Artículos para la salud, higiene para todos los bolsillos. Esa es la apuesta que hace Comercializadora Ticami . «Como somos importadores y distribuidores nuestros precios son accesibles para todos y pueden verlo en nuestra página web www.comercializadoraticamicl», comenta Manuel Jiménez a Esfuerzo Pyme y Publimetro.
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Cambiar de rubro de un día para otro no es fácil. Pero ante las circunstancias adversas y el complejo escenario comercial que trajo la pandemia, muchas empresas debieron dar un brusco giro hacia otras áreas para subsistir. Ticami hacía los artículos para la salud.
Tal es el caso de Manuel Jiménez. Emprendedor, quien junto a su socia Verónica Acuña, dieron un giro en 180 grados a Ticami Constructora e iniciaron paralelamente Comercializadora Ticami (@comercializadoraticami.cl). Importadora de artículos de salud, higiene, limpieza, guantes, mascarillas y cajitas individuales para guardarlas, termómetros, alcohol gel y una enorme gama de productos de desinfección.
Y además se dedican a la construcción de pediluvios, o más conocidos como sanitizadores de calzado, y tótem que cuentan con dispensador automático de alcohol gel y un termómetro digital de muro K3. Sí, esos mismos que se ven en la entrada de varias tiendas y centros comerciales.
Para la salud
«Antes de la pandemia nos dedicábamos a la fabricación de muebles para el retail y tiendas, bajo el nombre de Ticami. Ese era nuestro fuerte. Pero cuando empezó el estallido social, el último trimestre de 2019, bajaron las ventas”, relata Manuel a Esfuerzo Pyme y Publimetro.
“Luego vino la pandemia y nos preguntamos qué vamos a hacer ahora, porque ya veníamos de un año fatal. Y fue ahí que partimos con la Comercializadora Ticami y los pediluvios, más conocidos como sanitizador de calzado. Giramos del mundo de los muebles premium a fabricar pediluvios y al de la sanitización», continúa Manuel Jiménez.
– ¿Cómo toman la decisión de cambiar de rubro?
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– Un día vimos en las noticias los pediluvios y como teníamos taller de muebles, nos propusimos empezar a fabricarlos más bonitos. Para las tiendas, las casas, etc. Los que había hasta ese momento eran como tachos donde remojaban las botas, que se usan en plantas faenadoras. Entonces fabricamos algo más presentable, con secante o solos.
Sanitizador de calzado
-¿Qué tal complejo fue empezar con algo nuevo?
-No fue fácil reinventarse. Es duro, cruel. Para los créditos te piden un montón de cosas, cuesta bastante. Además, cuando eres pyme tienes que hacerlas todas, pero con mucho trabajo lo logramos y hoy estamos muy contentos con lo que hemos avanzado en esto.
-¿Cómo les fue con las primeras ventas?
-Empezamos a vender y crecer de a poco. Luego nos dijimos: “Vamos a crear pediluvios con accesibilidad universal, que fueran expedito para, por ejemplo, una persona que llegara en silla de ruedas, o para que un viejito no se fuera a tropezar”. Todo eso, sumado a que fueran bonitos y presentables. Le pusimos tanto esfuerzo y corazón que nos transformamos en los reyes de los pediluvios. Nos empezaron a pedir a medidas.
-¡Un acierto absoluto!
-Claro, fue muy gratificante. Luego mi socia, Verónica Acuña, vio el tema de importar pediluvios a precios más bajos, para que toda la gente pudiera tener acceso a ellos. Entonces, seguimos fabricando y empezamos a importar también.
Artículos para la salud
-¿En qué más se fueron ampliando?
-Más tarde incorporamos la línea de alcohol gel, amonio cuaternario, porque la gente nos decía tenemos el pediluvio y hay que echarle el amonio. Después, trajimos guantes, mascarillas….
-¿Y alguna novedad?
-Ahora la última novedad que tenemos es una cajita para guardar tu mascarilla, muy práctico, que evita, por ejemplo, que la dejemos arriba de la mesa y al pedir que la retiremos la metamos al bolsillo o en cualquier parte, o que quienes conducen anden con ella colgando en la palanquita donde está el señalizador. Esta caja causó sensación en los colegios, sobre todo, porque es una solución súper higiénica para guardar las mascarillas.
Futuro de emprendedor
–Detrás de tanto éxito, ¿hubo momentos difíciles?
-Sí, mucho, porque antes de hacer la Comercializadora tuvimos un año horrible. Mirando el techo y había que seguir pagando el arriendo de oficinas, a los empleados. En esas circunstancias accedimos al crédito Covid, que tampoco es algo fácil de conseguir, porque hay un montón de exigencias. Con ese crédito logramos ordenarnos y salir adelante con la comercializadora.
-¿Se quedan en esta área o volverán a fabricar muebles más adelante?
-Lo de la Comercializadora es algo a largo plazo. Estamos importando de manera directa y muy contentos con el resultado. Nos da pega a nosotros y quienes trabajan en nuestra empresa. Y, bueno, con respecto a los muebles de a poquito estamos volviendo.
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