La obesidad es uno de los problemas de salud más graves y de más rápido crecimiento. A menos que se tomen medidas para mejorar la interacción entre mente y cuerpo, y se solucionen temas emocionales para dejar de comer por ansiedad o dejar de comer en exceso, la obesidad puede ocasionar otros problemas a largo plazo: por ejemplo, diversas comorbilidades y una calidad de vida deficiente.
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Además de muchas condiciones médicas serias, como la diabetes tipo 2, la hipertensión, enfermedades cardiacas, fatiga, asma y apnea, entre otras, también existe un impacto muy severo en el tema de calidad de vida y obesidad.
Por ejemplo, las investigaciones indican que los pacientes obesos expresan que mientras mayor sea la depresión, menor es el bienestar físico y mayor la insatisfacción con su autoimagen.
Cuando este problema se presenta desde la adolescencia, la esfera emocional es la más afectada, ya que se manifiestan problemas para realizar actividades físicas, conciliar el sueño y por supuesto en el entorno social.
Sin duda, el contexto cultural y los hábitos aprendidos en casa son un pilar de su relación emocional con la comida, y un parteaguas hacia su calidad de vida en el futuro.
Para tomar acción al respecto, es necesario adoptar hábitos orientados hacia un estilo de vida saludable; si bien, no se trata de que sean cambios radicales, sí es fundamental tener un acompañamiento nutricional, psicológico y físico, que permita cambiar no sólo las actitudes sino los problemas emocionales que tras haber sido ubicados permitirán dejar de comer por ansiedad o dejar de comer en exceso.
Cómo mejorar tu relación con la comida
Algunas recomendaciones que podrías tomar en cuenta para empezar a cambiar sus hábitos, según El Doctor Luis Suárez egía Gen:
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1. Haz un registro de lo que comes, el horario y la cantidad. De esta forma estarás más consciente al respecto.
2. Registra los pensamientos que tuviste en el momento de comer. ¿Estabas feliz, molesto, triste, estresado? ¿Sentías la necesidad de comer? De esta forma serás consciente sobre tu motivación al hacerlo.
3. Practica el mindfulness eating. No se trata de seguir una dieta o de prohibirnos ciertos alimentos, sino de disfrutar nuestros alimentos en plenitud: simplemente podemos comer sin ansiedad saboreando cada bocado y escuchando a nuestro cuerpo, para saber si nos pide más o si está satisfecho.
4. Apóyate de tus amigos y familia. Involúcralos en tu proceso: dejar de comer en exceso siempre es más fácil cuando se cuenta con gente que nos da su apoyo moral y emocional.
5. El último consejo es tenerse paciencia y estar consciente de que se trata de un proceso. No te desesperes y acude con un especialista, si es necesario, que pueda ayudarte a formular un plan de acción.