La pasión por el fútbol en Turquía es enorme y este martes hubo un ejemplo claro. En Estambul, el Besiktas de Gary Medel venció por 2-0 al RB Leipzig alemán por la Champions League, en un ambiente de locura y parecido a un infierno.
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Y allí hubo una víctima: el delantero alemán Timo Werner. El seleccionado germano, de 21 años, no aguantó el ruido de los fanáticos turcos y tuvo que salir reemplazado a los 30 minutos de juego.
El ariete, campeón con su selección en la Copa Confederaciones, dejó el campo de juego porque no aguantó más. Incluso pidió unos tapones para seguir jugando, pero al final tuvo que ser sustituido.
«Nunca he visto una atmósfera como esta en mi vida, no pude concentrarme en el partido. Pedí unos tapones y tampoco me ayudó. Todavía no me siento bien«, dijo Werner luego del encuentro.
En tanto, Ralf Hasenhuttl, entrenador de los «Roten Bullen» también se quejó de lo ocurrido: «Es imposible preparar a su equipo para una atmósfera como esta, hubo un ruido ensordecedor [y] al principio del juego nos afectó un poco«.