La teleserie de Arsene Wenger y su continuidad en el Arsenal tras 21 años ejerciendo el cargo de entrenador parecía concluida tras la renovación que hizo en junio y que asegura su concurso con el equipo de Alexis Sánchez por los próximos dos años.
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Más aún con el respaldo de la junta directiva de los Gunners que además de buscar la renovación de Alexis Sánchez con el club, le entregaron un irrestricto apoyo para su gestión pese a que nuevamente el inicio de temporada no fue el mejor, estancándose en la quinta posición de la tabla en la Premier League.
El presidente, Stan Kroenke, fue enfático para decir tras la reunión de accionistas que «cambiar de entrenador hubiera sido la opción fácil» y que tienen «tipo adecuado» para guiar el destino del equipo londinense.
«Es fácil cambiar de entrenadores, la gente lo hace todo el tiempo. Lo difícil es repetir los éxitos y seguir siendo competitivos«, señaló, optimista del futuro.
Wenger se tomó los dichos con prudencia y pensando en el fracaso que significó quedar fuera la Champions League, habló con prudencia de su futuro en el club de sus amores: «(a final de temporada) quiero ver qué piensa la junta sobre mi desempeño. Después de eso decidimos hacia dónde vamos desde allí. Mi deseo siempre ha sido respetar mis contratos».
Además confirmó su compromiso con el proyecto del Arsenal: «Mi hambre, mi compromiso es más grande que nunca. El presente para mí es sobre el estilo de juego, ganar trofeos, ganar cada juego«, cerró.
