Afirmar que el inicio de semestre había sido muy complicado para Iván Morales y Octavio Rivero es más que acertado. Diversas situaciones llevaron a Pablo Guede a tomar la determinación de «cortar» del plantel a ambos delanteros, quienes contradictoriamente hoy tienen a Colo Colo en lo más alto de la tabla de posiciones.
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Castigos, rendimientos bajos, enojos con los dirigentes y querer irse de Chile son algunos de los ingredientes que condimentan esta historia de éxitos y fracasos de este dúo de atacantes que con la ausencia del suspendido Esteban Paredes, le dieron otro aire al Cacique líder del Transición.
Se le fueron los humos a la cabeza
Iván Morales debutó con el cuadro albo a los 17 años con Pablo Guede. El potente delantero destacó inmediatamente por su fuerza y frialdad frente al arco, convirtiendo un golazo ante Huachipato en Copa Chile 2016 para su iniciación en las redes con un equipo que confió en él en su peor momento.
El atacante de Longaví sufrió la pérdida de su padre el año 2014 y pensó volver definitivamente a la Región del Maule para ayudar a su familia. Sin embargo, el apoyo de Colo Colo al jugador fue crucial en su carrera, optando por permanecer en el elenco albo.
Luego de debutar con el Cacique, llamó la atención que el goleador comenzara a desaparecer de las nóminas para los partidos oficiales en el arranque de este año, hasta que simplemente ya no se le vio más en el Torneo de Transición.
«Iván Morales perdió terreno con el cuerpo técnico, quienes no vieron una actitud positiva en el delantero y sintieron que se relajó tras su explosión futbolística, lo que le hizo perder el foco», informó El Gráfico Chile en julio de este año, época en que el cuadro albo buscaba un equipo para enviar a préstamo al jugador.
“Fue fuerte, obviamente. Verte con los mejores jugadores del país y después bajar a entrenar (con los juveniles) es complicado. A todo jugador juvenil le toca”, comentó Morales en una conferencia de prensa oficial de Colo Colo en septiembre.
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Dura autocrítica realizó el joven delantero, que al regresar de una gira con la Selección Sub 20 a mitad de año, declaró que le todavía le faltaba madurar «dentro y fuera de la cancha», además de aceptar que realmente había existido una baja en su rendimiento.
El futbolista que alguna vez señalara que «quería ganar plata, porque esta carrera es corta», finalmente aumentaría su entrega con las divisiones inferiores, hecho que le permitiría ser nominado otra vez al primer equipo albo para el partido contra Santiago Wanderers donde convirtió un gol y sumó sus primeros minutos en el Transición.
De ahí en más Morales suma cuatro apariciones consecutivas en el equipo de Guede, convirtiendo en tres oportunidades, recuperando el lugar perdido.
Del lamento a la explosión de Rivero
Desde la llegada en 2016 del delantero uruguayo, Octavio Rivero rápidamente se hizo querer por la hinchada colocolina, pero a mitad de este año las ganas de irse de Chile, críticas a la dirigencia y querer el mismo sueldo de Esteban Paredes le hicieron perder una camiseta que se había ganado a punta de goles.
Tras ganar la Copa Chile en diciembre de la temporada pasada, se pensaba que el atacante sería la dupla de ataque junto al eterno atacante, quien había declarado que le acomodaba más jugar con un compañero de ataque.
Sin embargo, una oferta de Peñarol comenzó a complicar la relación entre Rivero y Colo Colo, ya que el goleador veía con buenos ojos volver a Uruguay para estar cerca de su familia. «Colo Colo está muy exigente», sería una de las primeras polémicas que encendería el jugador, luego de que el cuadro albo no aceptara la oferta del equipo mirasol en julio.
Así, el charrúa comenzó a entrenar desganado y ante una opción de partir que se esfumaba, el atacante pidió que le subieran el sueldo a la misma cantidad que Paredes, hecho que fue criticado por ídolos del club. «Ha hecho seis goles, no es una figura de Colo Colo para pedir eso», disparó Marcelo Barticciotto en un programa radial.
Luego de la frustrada transferencia a Peñarol, sucedió lo mismo con Belgrano de Córdoba en Argentina, situación que originó que el delantero disparara contra Aníbal Mosa.
«Hay formas de manejar las cosas y me parece que no es justo lo que me hicieron. El club tiene derecho a decir que sí o que no a una propuesta y eso lo acepto, pero lo que no acepto por mis principios es que me falten a la palabra», fueron los reclamos del uruguayo, que a partir de la segunda fecha del campeonato dejó de ser considerado por Guede.
Sin ganas de entrenar, el ariete se negó a viajar con Colo Colo a Rancagua para el partido ante O’Higgins, al que había sido citado y de ahí tuvo que trabajar duro para volver a ser considerado desde el inicio. De hecho, sólo tuvo esporádicas apariciones en Copa Chile e incluso en algunos partidos del Transición ni siquiera fuera a la banca, siendo que estaba en condiciones de jugar.
Fue ante Audax Italiano que el uruguayo tuvo su oportunidad de volver a los primeros planos, ingresando en el complemento y sellando con un gol la victoria por 3-0 ante los de La Florida. Esa vez, volvió a la convocatoria debido a las ausencias de Jaime Valdés y Jorge Valdivia.
Después de vivir incómodos días en el equipo popular, la suspensión de Paredes por la expulsión ante Temuco le dio la posibilidad a Rivero de ser el referente de ataque. El delantero no decepcionó y abrió la cuenta ante Unión Española en el partido más «completo» de los dirigidos por Guede en lo que va del torneo.
Al finalizar el encuentro, el jugador señaló que “era una actuación que la debía, no hay nada más lindo que responder en la cancha y para que no duden de mi compromiso con Colo Colo”.
Con las variadas bajas que aun sufre el Cacique de cara al final del campeonato, es probable que Morales y Rivero sigan siendo las opciones en delantera para el próximo duelo ante Everton por la fecha 13 del Transición.
Dicen que el fútbol da revanchas, y estos jugadores están aprovechando la suya.