Como reyes, digno de una película de mafia, los todopoderosos jerarcas del fútbol como el argentino Julio Grondona o el brasileño Ricardo Teixeira llegaban en jet privado a la sede de la Conmebol en Asunción, tenían varios Mercedes Benz esperándolos y no pasaban por aduanas ni migraciones.
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Con la ayuda de empresas deportivas regionales y de Estados Unidos, así como de bancos suizos que inventaban acuerdos de servicios falsos, la entonces cúpula de la Conmebol se embolsó durante años millones de dólares en sobornos a cambio de contratos, todo esto según el relato en el juicio de corrupción de la FIFA del empresario deportivo argentino, Alejandro Burzaco, que hizo una fortuna hasta que se entregó a la justicia en noviembre de 2015.
El ex presidente de la empresa Torneos y Competencias (TyC), uno de los 42 acusados en el megaescándalo FIFA y que ahora colabora con la acusación como uno de los testigos claves, fue interrogado por el fiscal Sam Nitze como testigo del gobierno en el juicio a tres poderosos ex jerarcas del fútbol sudamericano que insisten en su inocencia. Se trata del ex presidente de la Conmebol Juan Ángel Napout, de Paraguay, el ex jefe del fútbol brasileño José Maria Marín y el ex presidente de la federación peruana Manuel Burga.
Burzaco, que prometió devolver 21 millones de dólares e intenta reducir su sentencia, miró a los ojos e identificó a estos tres ex compañeros de congresos y fiestas de la Conmebol y la FIFA en la corte federal de Brooklyn, en el marco del juicio que durará unas seis semanas.
Sobornos, «algo habitual»
«Las coimas eran algo habitual«, contó. Entre 2006 y 2015, TyC tenía varios socios como Fox Sports USA, el grupo mexicano Televisa, la brasileña TV Globo, la española MediaPro, la argentina Full Play, el grupo argentino Clarín.
Consultado por el fiscal Nitze sobre cuáles pagaban sobornos a cambio de contratos de televisación y marketing de torneos nacionales y regionales, respondió: «Que yo sepa todas las compañías, a excepción de Clarín».
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Ninguna de estas ha sido acusada por el gobierno estadounidense, que tiene en su mira a otras tres empresas: TyC, la brasileña Traffic -otra socia de TyC- y su filial Traffic Sports USA.
Burzaco dijo que pagó coimas a Julio Grondona, el poderoso jefe del fútbol de Argentina y vicepresidente primero de la FIFA, hasta su muerte en julio de 2014, a cambio de la extensión de contratos de la Copa Libertadores, la Copa Sudamericana, amistosos de la selección argentina y partidos de la Copa del Mundo 2018, 2022, 2026 y 2030.
Datista -empresa conjunta entre Full Play, Traffic Brasil y TyC- también pagó a Grondona sobornos por contratos para partidos de la Copa América desde 2015 hasta 2023, afirmó.
Queriendo reponerse de estos embates de corrupción, la Conmebol rescindió el jueves pasado su contrato con Datisa por los derechos de TV para las copas América de 2019 y 2023, al conocerse confesiones de hechos de corrupción, según un comunicado publicado ese día en la página web del organismo del fútbol sudamericano.
En su comparecencia, Burzaco dijo que por contratos de la Copa Libertadores desde 2006, T&T, -joint venture entre TyC y desde 2002 Fox Panamerican Sports, que subió su participación en la compañía a 75%- pagó al paraguayo Nicolás Leoz, entonces presidente de la Conmebol, 600.000 dólares en coimas anuales, un monto que subió a un millón por año a fines de la primera década del 2000.
Julio Grondona, del cual Burzaco era mano derecha, recibía por su lado 600.000 dólares y luego esa cifra subió a hasta 1,2 millones al año desde 2012 hasta su muerte dos años después, contó.
Ricardo Teixeira, jefe del fútbol brasileño, recibía 600.000 dólares anuales, al igual que el argentino Eduardo Deluca, el boliviano Romer Osuna y el uruguayo Eugenio Figueredo, según Burzaco.
Fox Panamerican Sports y Fox Sports estaban al tanto, aseguró.
Pagando coimas, T&T ganaba «una extensión de sus contratos hasta 2018, y evitaba una potencial competencia», según Burzaco. Fox Sports logró con esta ampliación ganar peso y extender su distribución desde Estados Unidos al sur de Argentina por cuatro años más, señaló.
La misma marca (que es la fusión de TyC con Fox Panamerican Sports) otorgaba un pago ilegal de 4 millones de dólares(US$ 666 mil para cada una) entre las federaciones de Ecuador, Venezuela, Perú, Colombia, Paraguay y Bolivia desde el año 2006 para mantener los derechos de la Copa Libertadores y la Sudamericana. A la conspiración se uniría en 2012 Sergio Jadue, en su calidad de presidente de la Federación de Chile, sumándose a los privilegiados con dineros truchos.
Contrato falso
También contó que hubo una coima especial de 3,7 millones de dólares por la extensión de derechos de la Copa Sudamericana de 2015 a 2018, pagado vía un contrato falso de renegociación de derechos con la empresa Somerton, propiedad del brasileño José Margulies.
El contrato de 2008 está firmado entre otros por James Ganley, ex alto responsable de Fox Panamerican Sports, una de las principales televisiones del mundo con programación deportiva en español y socia de T&T.
El fiscal Sam Nitze mostró el contrato entre T&T y Somerton al jurado, pero Burzaco les dijo que «este no era un contrato real» sino una fachada para pagar a Leoz, Grondona, Figueredo, Osuna y Deluca el soborno.
Cuando Napout y el brasileño Marco Polo del Nero reemplazaron a Leoz y Teixeira al frente de la Conmebol estaban al tanto del esquema de corrupción, según el testigo.
Salvo el difunto Grondona, todos estos jerarcas son acusados en el megadossier FIFA.
TyC es una de las empresas acusadas en el entuerto que remece a la FIFA, pero tiene un acuerdo con el gobierno que ha aplazado su proceso.