Colo Colo volvió a perder en su estreno en una Copa Libertadores. Esta vez, el verdugo fue Atlético Nacional de Colombia, en un cerrado partido en que un error inclinó la balanza a favor de la visita por 1-0.
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No sólo eso, anoche el juego de los albos no fue suficiente para hacer frente a un poderoso rival, que demostró en el estadio Monumental por qué es uno de los mejores equipos del continente. Pero, ¿qué debe corregir Pablo Guede para meter a los blancos dentro de esa elite?
Ser protagonistas: Durante los 90 minutos ambos elencos le entregaron el control del juego al rival y movieron sus piezas de ajedrez. Los primeros 10 minutos de los dirigidos por Pablo Guede realizaron una alta presión, pero carecieron de profundidad a la hora de llegar al arco rival, tónica que se repitió durante todo el encuentro.
Los cafeteros cuando se afirmaron en el Monumental aprovecharon la rapidez de su juego para generar daño y cuando tenían el balón dominado, Colo Colo se replegó de buena manera formando una línea de cinco defensores con Gabriel Suazo y Óscar Opazo como laterales. Desde entonces, el Cacique perdió el protagonismo y nunca más pudo recuperarlo.
Aprovechar sus opciones: En algunos pasajes de la primera parte se vio a un Colo Colo que apostaba al contragolpe y que no tenía inconvenientes en la zona defensiva, pese a que no tenía el balón.
Pero, en el complemento todo cambió. El ingreso del argentino Gonzalo Castellani le permitió tener más la pelota a los colombianos y Guede cambió la táctica de ataque, ya que frenó las subidas de Opazo y comenzó a cargar el juego por el sector izquierdo. Pero eso no resultó, ya que el ingreso de Brayan Véjar no produjo cambios en el juego y además las pocas opciones de gol que tuvieron no las supieron capitalizar, lo que agudizó aún más el problema. Si los albos no concretan a este nivel, van a sufrir como anoche en Macul.
Aprender a jugar sin Barroso: El partido estaba controlado en el fondo por los albos, pese a que Juan Manuel Insaurralde no se veía pulcro con el balón en los pies y no encontraba referencia de pases en la salida y cumplía un buen cometido ante Vladimir Hernández.
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Todo eso, hasta el minuto 67. Carlos Carmona no entregó bien el balón, Campuzano avanzó más de 30 metros y nadie lo apuró, cedió para Hernández quien eludió a Orión y con un remate de derecha anotó la única cifra del partido. Pese a que el Chaco jugó un buen partido, la ausencia de Julio Barroso se notó y mucho, porque el liderazgo del Almirante es clave para el funcionamiento defensivo, ya que ordena constantemente a Matías Zaldivia -a veces muy desordenado- y Claudio Baeza (o Felipe Campos).
De hecho, desde que se lesionó, el Cacique no ha ganado (un empate con O’Higgins y dos derrotas -Palestino y Atlético Nacional-). Es clave para los de Guede encontrar la forma defensiva adecuada aunque no esté su líder en la zaga.
Encontrar la fórmula al gol: Tras el tanto de Atlético Nacional, Colo Colo quedó con un solo delantero y apostó a las salidas rápidas con Jorge Valdivia, Jaime Valdés y Esteban Paredes como principales armas de ataques, una fórmula que claramente no funcionó porque no generaron nada de peligro en una defensa muy ordenada y que no dio licencias.
Recién a los 87 minutos llegó el primer remate con peligro, el cual fue un remate de Claudio Baeza que se fue desviado y que se generó tras un rebote. Lo preocupante es que en los duelos ante árabes y rancagüinos no generaron mucho.
Paredes se ve limitado a nivel internacional y la falta de rodaje a Octavio Rivero complican aún más el panorama. Además, sin un Valdés lucido, Valdivia no encuentra los caminos de pase. Una situación que Guede deberá corregir si no quiere sumarse a la lista de fracasos internacionales de los albos en el último lustro.