Mauricio Pinilla no pudo tomarse una revancha en el Mineirao, el estadio donde protagonizó uno de los capítulos más amargos e imborrables de su extensa carrera como futbolista profesional. Todo lo contrario, pues el goleador azul vivió un ingrato retorno al recinto de Belo Horizonte en la caída 7-0 de Universidad de Chile ante Cruzeiro por la Copa Libertadores.
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Por la cuarta fecha del Grupo E de la Libertadores 2018, la U visitó a la Raposa con el ex Genoa este el pitazo inicial. De dicha manera, Pinigol volvía a pisar la cancha en la que el 28 de junio de 2014 estuvo a un paso de la gloria, a un paso de dar un golpe a nivel histórico y mundial.
Pero claro, no pasó de estar a un paso: no lo logró. El 28 de junio de 2014 un remate de Mauricio Pinilla en el minuto 119 pudo colocar el 2-1 en favor de la Roja sobre el Scratch y con ello sentenciar la eliminación de la Canarinha en los octavos de final del segundo Mundial realizado en sueño brasileño.
El golpe de ese balón en el palo se convirtió en una imagen imborrable para el propio Pinilla como para el fútbol chileno en general. Para peor, tras el término de la prórroga de aquel encuentro que terminó 1-1, el atacante que en ese momento militaba en el Cagliari falló su tiro en la tanda de penales.
Este 26 de abril de 2018 el referente azul volvió al estadio del karma, pero su retorno estuvo cargado de amargura. Más allá de la paliza de Cruzeiro a la U, Pinilla vivió una triste jornada a nivel personal: jugó sólo el primer tiempo, ya que Gustavo Flores (quien las ofició de DT ante la suspensión de Ángel Guillermo Hoyos), decidió sacarlo en el entretiempo para disponer del ingreso del joven Nicolás Guerra.
En sus minutos en cancha no pudo tener mayor participación en el intento de juego por parte de la U. Sufrió con la marca rival y con la ausencia de envíos precisos de sus compañeros. A los 24 minutos pudo marcar tras conectar de cabeza un buen centro de Jean Beausejour, sin embargo falló a escasos metros de la línea de sentencia.