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Lo dijo el entrenador Didier Deschamps tras el triunfo en semifinales ante Bélgica, que querían ganar el Mundial para lavar las heridas por la derrota como local en la final de la Eurocopa de 2016 con Portugal. Y vaya que cumplieron, porque en la definición con Croacia, tuvieron un cometido impecable que les permitió llegar a lo más alto.
Un 4-2 que se recordará con el mismo cariño como lo ocurrido hace 20 años atrás, cuando se goleó 3 a 0 a Brasil en la final en Saint Denis. Ambos equipos compartirán el olimpo del fútbol mundial, con nombres que quedarán en el imaginario colectivo y que permitirá establecer para siempre, una positiva comparación entre ambos equipos.
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Francia de 1998 tenía en su formación base al arquero Fabien Barthez, en defensa a Liliam Thuram, Laurent Blanc, Marcel Desailly y Bixente Lizarazu. En mediocampo estaba Christian Karembeu, Didier Deschamps y Emanuel Petit, dejando en creación a Zinedine Zidane y Youri Djorkaeff. En delantera, estaba Thierry Henry, aunque alternaba con Stephane Guivarc’h o David Trezeguet. Eran dirigidos por Aime Jacquet.
Por su parte, el combinado galo de 2018 y tomando como base la final, formó con el arquero Hugo Lloris; en retaguardia a Benjamin Pavard, Raphael Varane, Samuel Umtiti, Lucas Hernández; al medio con Paul Pogba, N’Golo Kante y Blaise Matuidi, dejando arriba a Kylian Mbappe, Antoine Griezmann y Olivier Giroud.
Comparación de campeones
En el análisis, ambos porteros cumplieron labores fundamentales durante toda la campaña, siendo prenda de garantía. Lloris, a pesar de su yerro en el 4 a 2 parcial de Croacia, quizás no es tan carismático como el pelado Barthez, pero es más sobrio y con mejor juego de pie. Aunque claro, la calidad de ambos es innegable.
En defensa, la dupla de Umtiti con Varane se consolidó como un buen tándem como defensas centrales, en desmedro del titular y capitán de esta selección, Laurent Koscielny, que por una lesión quedó fuera de Rusia. Desailly y Thuram en su momento, eran dos pilares fundamentales con Blanc, que no jugó la final por una expulsión en semis ante Croacia, dando paso a Frank Leboeuf en la final contra Brasil.
En la izquierda, han destacado dos futbolistas de origen español. En 1998 el dueño de la banda siniestra era Bixente Lixarazu. Veinte años después, lo es Lucas Hernández. Ambos muy sólidos y rendidores.
En el mediocampo, está el motor de ambos equipos. Zidane, uno de los mejores de época, junto a la versatilidad de Petit, sumado al liderazgo de Deschamps. En la actualidad, este último fue el entrenador y guió a un talento único como impredecible llamado Paul Pogba, más el incansable Kante y el esforzado y táctico Matuidi.
En delantera, Thierry Henry era otro joven prodigio. Ahora, el trio Kylian Mbappe, Antoine Griezmann y Oliver Giroud, fueron los encargados de hacer los goles, aunque el ariete del Chelsea no anotó ninguno, sin embargo, fue un obrero más dentro del esquema de «Les Blues». En cambio, el joven del PSG brilló con luz propia y se erigió como la promesa del fútbol mundial, mientras que el ariete del Atlético de Madrid fue una figura consular.
En cuanto a los números, Francia 1998 no perdió ningún encuentro, ganó 6 partidos, solo empató uno y anotó 14 goles. Le hicieron solo dos anotaciones. Su goleador fue Henry con 3 conquistas, mientras que Zidane, Petit y Thuram con dos.
Francia 2018 también fue campeón invicto, con 6 partidos ganados, un empate y también convirtieron 14 goles, aunque los anotaron 6 en contra. Los goleadores fueron Griezmann y Mbappé con 4 tantos.
Coincidencias más, otras menos, lo claro es que ahora Francia tiene dos Copas del Mundo, igualando a Argentina y Uruguay. Ya dejó atrás a Inglaterra y España.
