Llegaron a la final del Mundial de Rusia 2018 los dos equipos más equilibrados en materia futbolística: Francia y Croacia. Ambos seleccionados contaban con una defensa muy sólida, en el caso de los balcánicos y una delantera muy efectiva en balones parados, como lo fueron los galos.
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Y claro, los errores se pagan carísimo en este tipo de instancias, donde el más mínimo yerro podría ser fatal. Precisamente eso fue lo que ocurrió con Croacia, que en todos los balones detenidos de Francia, mantuvo una estrategia fija para evitar anotaciones. Sin embargo, tal como reveló el portal brasileño globoesporte.com, el autogol de Mario Mandzukic mandó todo al tacho de la basura.
El mencionado sitio tuvo acceso a una hoja utilizada por el entrenador Zlatko Dalic. En ella se ve claramente el posicionamiento defensivo implantado por el entrenador. La razones eran necesarias: Francia anotó goles desde las jugadas de balón parado en todos sus duelos desde octavos de final. Argentina, Uruguay y Bélgica sufrieron las consecuencias.
En la foto de arriba se ve cómo Dalic posicionó, escribiendo los números de sus jugadores en la hoja, la distribución de la línea defensiva croata. Ahí ve claramente como Strinic (3), Vrsaljko (2), Rebic (18), Lovren (6) y Vida (21), conforman la primera barrera. Le siguen más atrás, Mandzukic (17) y Perisic (4), dejando a Brozovic (11) en el primer palo y más libres y sin marcas a Rakitic (7) y Modric (10), para salir jugando en caso de un rebote.
Sin embargo, el tiro libre indirecto de Antoine Griezmann fue cabeceado hacia atrás por Mandzukic, dejando sin opciones al arquero Subasic y abriendo la cuenta para Francia.
Un hecho que demuestra que a veces, el factor humano es puesto a prueba y que hay que saber lidiar con el error. Croacia incluso, ejerció el mismo bloque defensivo en otros dos duelos anteriores, como lo fue ante Rusia y Inglaterra. Lamentablemente en la final del Mundial, no tuvo el mismo efecto.