Tiene 42 años, una edad relativamente temprana para algunos técnicos y más encima, ya puede decir que al primer equipo que tomó bajo su cargo, lo sacó campeón. Es Patricio Graff, el arquitecto del ascenso de Coquimbo Unido, quien ya tenía experiencia en el fútbol chileno, como ayudante de Pablo Vitamina Sánchez en la Universidad de Concepción y en O’Higgins.
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Llegó con la compleja misión de levantar a una institución que en el año 2016, estuvo a minutos de bajar a Segunda División. La tarea era cimentar la remontada de Coquimbo, tras largos y tediosos once años en la Primera B. Afortunadamente, le dieron tiempo y ya en el Transición 2017, cumplió una buena campaña, que se vio finalmente coronada con el campeonato.
En septiembre de este año, El Gráfico Chile conversó en exclusiva con el técnico aurinegro, quien reconoció que le gustaría seguir al mando durante este 2018 y así, proyectar a Coquimbo en Primera División.
«En el actual (torneo) que estamos jugando, sí se apuntó a un objetivo, pero no era tan claro como para salir a buscarlo desesperadamente. Tenemos jugadores inteligentes, buenas personas y todo eso se ha dado, para que nosotros podamos transmitir las ideas, trabajar con tranquilidad y exigir», comentó en ese momento el formado en Rosario Central.
Asimismo, reconoció que el inicio del torneo no fue fácil y que recién en la fecha 19, tomaron el liderato del Campeonato, para no soltarlo más: «es cierto que al principio del torneo no arrancamos de la mejor manera y nos fuimos acomodando con la finalización del primer semestre. Al inicio de este, estamos bien, contentos, pero no hemos logrado absolutamente nada», argumentó en esa fecha.
De todas formas, Graff hacía inevitablemente, el espacio para la ilusión de los hinchas: «La gente está contenta con esto, con la forma de jugar y exigir a todos, también a nosotros mismos, y esperamos conseguir el objetivo que no está fácil para nada», dijo.
En la misma entrevista, cuando Coquimbo aún veía un poco de lejos el ascender a Primera, a pesar de la gran ventaja en puntos en la tabla, el adiestrador puso paños fríos, que sin duda, sirvieron en esta complicada parte final: «Estamos en una situación de privilegio y la venimos disfrutando, pero lo disfrutaremos más al final del torneo, cuando consigamos el objetivo», indicó.
Y se cumplió el objetivo finalmente. Coquimbo ya es de Primera, con Graff como el comandante del barco que logró finalmente zarpar, de las aguas de la Primera B.