Mario Salas empezó su carrera como entrenador en Everton, donde fue ayudante de Nelson Acosta. El estratega se dio la vuelta larga, incluso pasó por el amateurismo con Barnechea, y ahora cumple un sueño, una meta, llegar a Colo Colo.
PUBLICIDAD
El ex volante vistió la camiseta del cuadro albo en la década del 90, y cuando empezó su pujante carrera como DT, tenía como trabajo ideal llegar al Cacique, y como buen Comandante, luchó hasta conseguirlo.
En el cuadro albo hace tiempo decidieron que Héctor Tapia no iba a seguir en el mando, y en el primer nombre que pensaron fue en el de Salas. El 24 de septiembre El Gráfico Chile publicó que el ex técnico de la UC era el elegido, situación que finalmente se concretó, luego de sacar campeón a Sporting Cristal.
Cuando le ofrecieron el cargo a Salas, éste no lo pensó mucho, la respuesta la tenía clara, quería tomar el «fierro caliente» de dirigir al equipo más ganador de Chile, porque su corazón así lo decía, y porque se sentía preparado, luego de sus buenos pasos por Universidad Católica y Perú.
Ahora o nunca
Mario Salas tiene una carrera ascendente, y sabía que es el momento perfecto para llegar a su trabajo ideal, porque lo encuentra en un momento muy maduro, y como piensa en tomar otros desafíos a futuro, como volver al extranjero a un fútbol más competitivo o derechamente llegar a la Selección, tenía que tomar a Colo Colo ahora o nunca.
Eso no es todo, porque lo planteado por Blanco y Negro al entrenador lo sedujo, con un proyecto a largo plazo, con un contrato a dos años, que perfectamente se puede extender a tres. Con un trabajo mancomunado con las divisiones inferiores, para así darle un sello integral al elenco del Monumental.
Salas llega al club donde quería estar, el jueves será presentado y luego se sentará con Marcelo Espina para armar el plantel 2019. La revolución se instala en Pedrero, y para rato.