Universidad Católica sigue buscando entrenador tras la partida de Beñat San José. Luego de descartar la semana pasada a Francisco Bozán, uno de los primeros nombres extranjeros que surgió fue el de Rodolfo Arruabarrena.
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Campeón con la UC en el 2010 y muy cercano a José María Buljubasich, su opción gustaba dentro del directorio. El propio Vasco, en conversación con este medio a fines del año pasado, cuando la salida de Mario Salas era casi un hecho, no descartaba dirigir a la Franja en el futuro porque le tiene «un cariño especial al club».
De hecho, ya había tenido una charla con el Tati antes de la llegada a la precordillera de Julio César Falcioni, en el 2014, pero finalmente el ex lateral izquierdo terminó arribando a Boca Juniors. «Fue para conocer mis métodos de trabajo, mis ideas, y yo también quería saber cuál era la situación. Fue una conversación informal en Buenos Aires», comentaba el otrora defensa en esa entrevista.
Ahora, el gerente deportivo de Cruzados volvió a telefonear a su amigo. Sin embargo, otra vez los caminos del cuadro universitario y del actual DT del Al-Ahli de Emiratos Árabes Unidos estuvieron lejos de cruzarse.
«Ya le he agradecido, pero en este momento es imposible, por lo deportivo, económico y, sobre todo, familiar», avisó el técnico argentino contactado por El Gráfico Chile. En cuanto a lo monetario, tiene un contrato por dos años con el elenco emiratí con una cláusula de rescisión recién para el próximo, escenario que no se condice con los planes de la institución cruzada, mientras que en lo respectivo a su círculo íntimo, éste está viviendo en España, lo que complica cualquier idea de volver a Sudamérica.