El Gráfico Chile

Iona Rothfeld, la futbolista que quiere ser constituyente: “Hay que abrir espacios en la cancha, pero también en la vida”

Jugadora de Audax Italiano y una de las fundadoras de la ANJUFF, busca representar al distrito 12 en la redacción de la nueva Constitución, además de instalar sobre la mesa los tópicos referidos al deporte, al medioambiente, a la democracia y a la perspectiva de género, una temática “que debe permear todas las capas”.

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Muchas personas de distintos sectores de la sociedad han anunciado sus intenciones de ser candidatas a la Convención Constituyente y el fútbol no se podía quedar afuera. Por lo mismo, Iona Rothfeld buscará representar al mundo del deporte y la equidad de género en el distrito 12, ya que «hay que abrir espacios en la cancha, pero también en la vida«.

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La jugadora de Audax Italiano y fundadora de la Asociación Nacional de Jugadoras de Fútbol Femenino (ANJUFF) será candidata por Independientes No Neutrales, por lo que aclara que «nace del ámbito personal, porque no viene de la asociación, pero es colectiva, porque nace de representar la mirada de deportistas, de mujeres, de disidencias y de los grupos que históricamente no han estado representados».

¿Influye tu paso por la ANJUFF para esta candidatura?

He sido deportista y futbolista toda la vida, pero también siendo activista por la igualdad de género, en esa política no convencional. Levantando el gremio y un organismo que permita que las voces de las futbolistas sean escuchadas, a eso hay que sumarle que hay que ponerse a disposición en este momento histórico que vivimos. Obviamente la ANJUFF me dio las herramientas, entender que lo colectivo va por sobre lo individual.

¿Qué te gustaría plasmar en la nueva Constitución?

La lucha por la equidad de género con entender el deporte como una herramienta de cambio social, van de la mano. Abrir esos espacios se da en la cancha, pero también en la vida, eso se ha demostrado en los movimientos feministas en el último tiempo. Las banderas sociales que se han levantado se han hecho desde el feminismo. En el fondo, lo que me mueve a mí es ponerme a trabajar para que los derechos fundamentales ya no sean privilegios, porque sé que lo que me tocó a mí no es una regla.

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¿Lo importante sería agregar más derechos?

Hay una falta en nuestra Constitución del reconocimiento y resguardo de todos los derechos. Para eso hay que trabajar. No solamente tiene que haber acceso, tiene que haber oportunidad y desarrollo. Se les pide a los deportistas tener medallas para desarrollarse, reactivamente, pero debemos ser proactivos.

El énfasis está en el deporte y la equidad de género…

Todas las temáticas tienen que tener una perspectiva de género, nos hemos construido como sociedad sin reconocer la invisibilización que se le ha hecho a las mujeres, todas las luchas son para demostrar esos problemas. Y no sólo las mujeres, también las disidencias, los grupos que han estado subrepresentados. La idea es llegar a representar, ser representativa. Hay que entender que la lucha por la equidad de género, que es una visión que tengo de la vida, es transversal, permeable a todo. Y también al deporte, porque el deporte es un reflejo de la sociedad y por eso lo que nos ha tocado vivir en el deporte es un reflejo de lo que vivimos en la sociedad.

¿Y el fútbol?

El deporte es social, tiene un rol social y el fútbol, con su transversalidad, yo creo que es, incluso, más importante. Cuando tenemos niñas que nos admiran, cuando estamos en la selección dando el ejemplo. Por ejemplo, muchas jugadoras fueron vocales de mesa o voluntarias y eso te da a entender la responsabilidad que tenemos. Tenemos esa responsabilidad de visibilizar la inequidad de género que existe, porque son muy distintas las posibilidades que tiene un hombre a una mujer de ser futbolista. Hay que entender que la fuerza está en la representatividad.

Iona Rothfeld jugó en la Selección entre 2007 y 2014 (Daniel Jayo)

Iona Rothfeld: «Sentir el avance del fútbol femenino en la cancha es una sensación distinta»

Iona Rothfeld jugó en Universidad Católica y Audax Italiano, además de la selección chilena entre 2007 y 2014, pero en el segundo semestre de 2016 partió a Estados Unidos a estudiar Ciencias Políticas, luego de haber hecho seis años de Derecho en la Universidad de Chile. Ahora volvió a Audax. «Si bien tuve que dar un paso al costado para tomar un rol más activista y estudiar, volver a la cancha es que me vuelva el alma al cuerpo«, expresa.

¿Cómo fue volver el Campeonato Nacional después de tres años fuera?

No fue un shock, porque estuve trabajando en esto, pero sentirlo en la cancha es una sensación distinta. Se nos está dando el lugar que merecemos como jugadoras. El rol dirigencial es algo que me da satisfacción, porque trabajamos para las próximas generaciones, para que no tengan el camino tan difícil. Hace cuatro años no se hablaba de fútbol femenino. Antes no se hablaba de abuso, de acoso y hoy damos apoyo sicológico, emocional, legal y hacemos todo lo posible para darles las herramientas necesarias a las jugadoras, porque es un gremio súper precarizado.

Aún falta mucho…

Sí, el desarrollo del fútbol femenino está muy atrasado en Chile y Latinoamérica comparado con otras partes del mundo. Y comparado con los hombres, llega a dar pena, se nos rompe un poco el corazón. De 34 clubes, sólo hay dos con planteles contratados, eso te habla de una precarización del trabajo.

Constaza Minoletti decía que el fútbol femenino de hoy en Chile es como el masculino de los 60…

Estoy más o menos de acuerdo, hay que entender el contexto histórico del fútbol femenino. Estamos a 50, 60 ó 70 años del fútbol masculino, pero porque también hay muchas barreras que son un impacto social fuerte. Hay países donde ha estado prohibido por ley que mujeres jueguen al fútbol, como Brasil e Inglaterra, países considerados cunas del fútbol. De esta generación que fue al Mundial de Francia, conversábamos entre nosotras y todas jugábamos con hombres, porque no había escuelas para mujeres. Nos perdimos años de formación clave, porque partimos a los 14 ó 15 años, cuando se debería partir en la sub 8 ó 9.

Pero también hay avances, volvió el Campeonato en medio de una pandemia…

Claro, eso es un hito histórico. Hace tres años no se hubiese hablado del fútbol femenino, no sería preocupación en medio de una pandemia, y ahora volvió el Campeonato. Fue un trabajo de todos y todas, de las jugadoras, de la ANJUFF, de la ANFP, de los ministerios, y bien hecho, porque no ha habido brotes y se ha fiscalizado a rajatabla, eso nos da mucha ilusión. Pero nos queda una deuda, porque sólo volvió la Primera A y no la «B», dejando 500 jugadoras detenidas y sin actividad, lo que puede ser muy complejo. Estamos trabajando para que no se repita el próximo año.

También hay resultados que emparejan el nivel, como el empate de la UC y Colo Colo…

Hay resultados que muestran que hay clubes que están mejorando, que siguen el ejemplo de Colo Colo y Santiago Morning, clubes como Fernández Vial, Universidad de Chile o Palestino, pero el caso de Católica es distinto. Eso fue netamente por las jugadoras, porque Cruzados, teniendo todos los recursos que tiene, es de los clubes que menos hacen por el fútbol femenino. Hemos peleado mucho tiempo, pero al parecer hay un problema estructural y se ve en los resultados. Me duele, porque jugué ahí y soy hincha, pero cómo un club con tantos recursos e infraestructura no es capaz de darles espacio a las jugadoras. Espero que recapaciten.

¿Y Audax Italiano?

Volver a Audax fue volver a un club distinto en cuanto a organización. Muchos profesionales, muchos trabajadores con ganas de hacer las cosas bien. Pero tiene una historia distinta, porque estuve en un período donde el femenino estaba dentro del club, ahora es una tercerización que las mismas jugadoras levantaron, pero cada vez se han ido haciendo más parte. Espero que Audax tome la responsabilidad de hacer las mismas cosas en el femenino que en el masculino.

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