“Apoyando al equipo y cuerpo técnico en el entrenamiento esta mañana. Sin duda un momento difícil del que tendremos que salir con mucho trabajo y unidad”. Con ese tuiteo de Juan Tagle, arrancó este lunes una jornada complicada para Universidad Católica, que luego de tres años de tranquilidad, ha entrado en una crisis con Gustavo Poyet en la banca.
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Dos derrotas en igual cantidad de partidos en la Copa Libertadores, además de dos caídas en cinco encuentros del Campeonato Nacional, tienen al uruguayo muy cuestionado. Sin embargo, el posteo del presidente de Cruzados ratifica una política del club, la de la paciencia, la que en su momento le tuvieron al gerente técnico José María Buljubasich y la que suelen tenerles a sus entrenadores.
Desde que asumió la concesionaria, en 2009, apenas ha habido tres DTs despedidos: Marco Antonio Figueroa, Mario Lepe y Julio César Falcioni. El “Fantasma” fue cesado a mediados de 2010, tras un año y medio en el cargo, por reclamar por la llegada de refuerzos, mientras que el “Gran Capitán” duró 10 meses y fue echado por hilar cinco traspiés seguidos.
El argentino fue el caso más traumático. Pese a su nefasta campaña (cinco triunfos, un empate y nueve reveses en el torneo local, y eliminación en la Sudamericana), igual lo sostuvieron seis meses.
Poyet lleva poco más de dos meses al mando, ya que fue anunciado el 28 de febrero. Dados los antecedentes, aún parece tener bastante margen.
