La expulsión de Lautaro de Buin del fútbol profesional, tras el fallo entregado en esta jornada por la Primera Sala del Tribunal de Disciplina cayó pésimo en el interior del plantel del cuadro sureño y uno de sus jugadores, el delantero Diego Cuéllar, aseguró esta tarde en entrevista con el programa «Los tenores» de radio ADN, que los dobles contratos por los cuales desafiliaron al club, no sólo existen en el cuadro aurinegro.
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«Recibimos esta mala noticia luego del entrenamiento de hoy, cuando todos íbamos ya camino a nuestras casas. Esperábamos poder jugar y salió todo lo contrario. Una expulsión es algo gravísimo, pero lo de los dobles contratos es muy habitual y se ha usado por mucho tiempo en el fútbol chileno», se lamentó el jugador ovallino, quien aseguró que con esta decisión más de un treintena de familias de futbolistas y funcionarios del club quedan sin posibilidad de generar ingresos.
«Esto siempre ha ocurrido, a todos nos ha pasado en otros clubes y eso lo saben tanto la ANFP como el Sifup. Es una práctica recurrente y yo no tengo problemas en declarar al respecto, pues no es una responsabilidad de los jugadores, que somos los que a la larga terminamos perdiendo», prosiguió Cuéllar.
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«En la Segunda hay un tope de quince millones de pesos mensuales para pagar una plantilla, pero con ese dinero no se puede competir, lo que explica el tema de los dobles contratos. hay que ser claros, con 400 mil pesos no se vive hoy», detalló.
Pese a que el fallo del tribunal puede ser apelado dentro de un plazo máximo de cinco días por Lautaro de Buin, Cuéllar no pierde esperanzas en revertir la decisión. «Esto es muy frustrante para mí y para todo el equipo de Lautaro de Buin, pues por líos de los dirigentes, todo lo que se hizo en cancha el año pasado quedó en nada. Hay dolor y molestia, una mezcla de sentimientos, y esperamos que se llegue a una solución dentro de las pocas posibilidades que tenemos».
Para el final, el delantero también se refirió a las acusaciones realizadas por el periodista de La red, Víctor Gómez, respecto de supuestos arreglos de partidos de su club en el campeonato de Segunda División pasado.
«Cada partido fue muy peleado, hasta el final fue todo duro. Se habla mal del club y eso duele y daña el trabajo de toda la temporada. A mí nunca me ofrecieron ni he visto que se ofrezca dinero por perder. Otra cosa es un incentivo para ganar, que es nuestra tarea y ante lo que no veo un daño. Al Sifup (que denunció los dobles contratos, que dieron pie a las acciones legales de la ANFP) siempre le dijimos que iban a afectar a treinta familias y a la larga eso pasó con su decisión de denunciar».