El caso de los dobles contratos de Lautaro de Buin ha destapado una olla en el fútbol chileno. Dentro de este escenario, fue salpicada Universidad de Chile, en relación al vínculo con Mauricio Pinilla durante su último paso por el club.
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El delantero gozaba de una serie de bonos, los cuales fueron estipulados en un anexo de contrato. El cuestionamiento, publicado por El Mercurio, tenía que ver con que si lo que había hecho Azul Azul con “Pinigol” estaba en regla.
En esa línea, José Joaquín Laso, abogado de la concesionaria “laica”, se muestra sorprendido por la denuncia. Contactado por este medio, advierte que todo estuvo dentro del marco legal, que no hay nada que ocultar.
De hecho, la ANFP estaba al tanto de este documento auxiliar, no se le trató de esconder este apartado. Esto puede comprobarse en los papeles públicos del juicio que sostuvieron la “U” y el futbolista.
En el sitio web del Poder Judicial está el famoso “anexo”. Y puede apreciarse claramente el timbre de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional, con fecha 29 de junio del 2018, en la página 1, donde se establece la remuneración mensual que en ese entonces percibía el retirado atacante.
En las páginas 2 y 3 se detalla cada bono. Es decir, en el organismo de Quilín sí conocían estas regalías para Pinilla.