El Gráfico Chile

El conmovedor relato del montañista que encontró el cuerpo de Juan Pablo Mohr en el K2: “Sentí frío por dentro”

El guía ucraniano Valentyn Sypavin escribió en detalle la cronología del día en que realizó el hallazgo del cuerpo de Juan Pablo Mohr.

Cuando la familia del alpinista chileno Juan Pablo Mohr ya confirmó que no repatriarán los restos del deportista nacional, fallecido junto al montañista paquistaní Ali Sadpara y el escalador finlandés John Snorri mientras trataban de llegar a la cima del monte K2 en febrero de este año, se publicaron detalles del hallazgo de su cuerpo en la segunda montaña más alta del planeta.

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Fue el relato que entregó esta semana el montañista y guía ucraniano Valentyn Sypavin, quien en entrevista exclusiva con el sitio especializado en deportes extremos www.explorersweb.com, entregó la cronología completa del pasado 26 de julio, día en que pudo encontrar el cuerpo del chileno.

«Después del exitoso ascenso del K2 en el verano de 2021, mi equipo se fue a casa. Todos los clientes llegaron a la cumbre, incluida la primera mujer rusa, Olga Koroleva, y la primera mujer ucraniana, Irina Galay. Estoy muy feliz. Sin embargo, me atormentan los pensamientos de lo que les sucedió a los tres valientes hombres que intentaron llegar a la cima del K2 el invierno pasado, pero que no regresaron. Estos fueron Muhammad Ali Sadpara (Pakistán), John Snorri (Islandia) y Juan Pablo (JP) Mohr (Chile)», inicia su relato Sypavin.

Cronología del hallazgo del cuerpo de Mohr

A partir de ese recuerdo es que el guía ucraniano se puso como obligación el dar con el paradero de los cuerpos de los tres deportistas, algo que después de varios meses de su desaparición, en febrero de este año, pudo concretar a fines de julio.

«Fui el primero en encontrar un cuerpo (el de Juan Pablo Mohr) y vi dos cuerpos más (Sadpara y Snorri) en el camino a la cumbre hace 10 días. Dado que no ha aparecido mucho sobre estas circunstancias desde entonces, me gustaría ofrecer mis hallazgos de primera mano», prosiguió el montañista europeo, quien reconoció que su primera impresión al ver un punto negro unos metros sobre el Campamento 4 del K2 fue la de haber hallado a los deportistas fallecidos.

«Me di cuenta de que había dos grandes puntos negros en la ruta a diferentes alturas, mucho más altos que el cuello de botella y líneas oscuras que parecían cuerdas que subían y bajaban desde ellos», precisó Sypavin, que al llegar al lugar donde estaba el cuerpo de Mohr, este no se podía detectar ya que lo único que sobresalía entre la nieve era un «pequeño trozo de tela», el que según cuenta, bien «podía adherirse a algo más grande, aunque no se veían rastros humanos, como partes de crampones o botas».

«Inmediatamente tomé una foto y un video de la posición de esta pieza de tela en relación con el Bottleneck y el Campamento 4. Tenía un piolet y comencé a cavar con cuidado. Inmediatamente vi que era un traje o chaqueta de plumas amarillo y negro de North Face», que le permitió identificar como propiedad de Mohr.

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Un encuentro esperado por meses

«Sentí frío por dentro. Luego saqué una GoPro y comencé a filmar mis hallazgos. Al principio, vi el arnés, que al principio tomé por una correa de mochila, y luego la parte superior de las botas (…) llegué a la parte inferior de los crampones Petzl. Estos fueron contundentes. No reconocí el modelo de estos crampones. Después de darme cuenta de que el traje y las botas eran nuevos y que se trataba de un cuerpo, no indagué más», contó el guía ucraniano, quien luego de verificar que en el lugar estaba el cuerpo de uno de los tres alpinistas desaparecidos, le comunicó su hallazgo a la expedición que estaba a cargo de encontrar los cuerpos.

«No excavé la cara del escalador ni abrí ninguna parte del cuerpo. En ese momento, no sabía quién era porque no sabía quién vestía ese traje y esas botas. El fallecido estaba acostado con la cabeza hacia el oeste y los pies hacia el este, con las piernas en posición fetal. El traje y las botas estaban intactos sin signos de daños por una caída o cualquier otra cosa», explicó.

Respecto de si le fue posible verificar alguna lesión de Mohr, Sypavin aclaró que en su opinión estas no se presentaban en el cuerpo del deportista nacional. «No hubo posiciones corporales antinaturales obvias causadas, por ejemplo, por fracturas de extremidades. No había cuerdas ni mochila a la espalda. El cuerpo estaba lejos del cuello de botella. Si uno baja del Serac sin oxígeno, tardaría al menos una hora en llegar a este lugar. Lo más probable es que el escalador se congelara y muriera de agotamiento», finalizó.

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