Mañana, Audax Italiano será local ante el atribulado Santiago Wanderers en El Teniente de Rancagua, uno de los 10 estadios aprobados inicialmente por las autoridades para recibir público desde esta fecha del fútbol chileno. Después de casi 17 meses, la gente volverá a las tribunas, tal como lo hizo por última vez el 15 de marzo de 2020, cuando los propios audinos empataron 1-1 contra Universidad de Concepción en La Florida.
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En la institución itálica están felices de inaugurar esta era, aunque llaman a los suyos a respetar las restricciones. “Como todo en esta ‘nueva realidad’, vamos a tener que acostumbrarnos a las nuevas reglas. Tanto los hinchas como los clubes tendremos que hacer el esfuerzo de adaptarnos para que esto siga en el tiempo y, a medida de que vaya pasando la pandemia, podamos ir flexibilizando las normas y los aforos”, advierte el presidente Lorenzo Antillo.
Justamente respecto a esto último, el timonel asume que “por ahora, lo más probable es que el costo de abrir el estadio sea mayor a la recaudación”, considerando que, en fase 4, el recinto rancagüino está autorizado a albergar 2.184 espectadores en el caso de los floridanos, quienes solamente habilitarán Pacífico y Andes, no las galerías. Pese a ello, expresa que “estamos muy contentos con la oportunidad que nos han dado. Es muy importante para nosotros poder tener de vuelta al hincha, ya que es parte fundamental del espectáculo”.
Uno de los gastos extra que tendrá para los equipos este regreso de los forofos serán los auxiliares sanitarios, quienes fiscalizarán el cumplimiento de los protocolos. Al cuadro de colonia le están exigiendo por lo menos 40 para el partido frente a los “caturros”, o sea, uno cada alrededor de 55 personas como mínimo, cifra que variará dependiendo del reducto.
El Municipal de La Cisterna es otro de los habilitados. Ahí, el domingo, Palestino será anfitrión de Curicó Unido, con un máximo de 926 asistentes.
En el club “árabe” saben que el hecho de que se abra el coliseo implicará una pérdida para sus arcas, pero ven el vaso medio lleno. “En ingeniería, podría ser una evaluación social de proyecto. No sólo hay que mirar el lado económico”, explica el gerente general, Tarek Saba.
El desembolso adicional para el escenario actual no se acota exclusivamente al personal, sino que también incluye la sanitización de las butacas, la señalética al interior y las modificaciones en la infraestructura de los baños, entre otras. A pesar de eso, en Huachipato, que cerrará la jornada dominical recibiendo a Universidad Católica en el CAP, opinan en la misma línea que en el “Tino”.
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“Todas las actividades a nivel nacional están afectadas, nosotros somos una más, así que me parecería hasta de mal gusto quejarse por esto. Es súper necesario, incluso, para contribuir a la normalización del país”, indica Victoriano Cerda, mandamás de los “acereros”. La capacidad máxima para presenciar el encuentro con la UC será de 2.400 aficionados.
Guía para el público en pandemia
Pase de movilidad: Será exigido a la entrada, donde también se tomará la temperatura y se pedirá la cédula de identidad.
Mascarilla obligatoria: Quienes no la porten o se la saquen adentro del recinto cometerán una falta grave, que implica de uno a dos años sin ingresar a los estadios.
No consumir alimentos: El clásico maní o el sándwich “de potito” no están permitidos por ahora al interior de los reductos.
Prohibido abrazarse: Hay que mantener un metro de distancia con los demás espectadores, o sea, no se puede celebrar un gol con otra persona.
Distanciamiento en los baños: Tal como en los asientos, habrá una separación para acceder a los servicios sanitarios.
Auxiliares: Los clubes que hagan de locales tendrán que disponer de inspectores, quienes fiscalizarán, informando a los guardias y a los funcionarios de Estadio Seguro los incumplimientos del público.