Atleta polaca que ganó una medalla en JJOO de Tokio donó su presea para una subasta en ayuda de un niño con problemas al corazón

La atleta polaca María Andrejczyk, medallista de plata en los pasados Juegos Olímpicos de Tokio, en el lanzamiento de la jabalina, entregó su presea para ser subastado y con el monto de su remate, ayudar a un niño con problemas de corazón a costear los gastos de su operación.

El noble gesto de Andrejczyk, que fue ampliamente difundido por los medios de su país, se conoció luego que la joven atleta confirmara la noticia en una entrevista con un canal polaco, en el que explicó la motivación que tuvo para entregar su primera presea en competencias olímpicas.

«El valor real de una medalla siempre permanece en el corazón. La medalla es sólo un objeto, pero puede ser de gran valor para otros. Esta medalla de plata puede salvar vidas en lugar de acumular polvo en un armario. Por eso decidí subastarla para ayudar a los niños enfermos», dijo la deportista, que con lanzamiento de 64,61 metros, se ungió la medalla por el segundo puesto en la competencia.

El generoso gesto de la atleta polaca para Milos

En aquella oportunidad, Andrejczyk le dedicó su triunfo a su madre, a quien le posteó en redes sociales «¡mamá, lo hice!», en directa alusión al apoyo que desde su infancia le prodigó su madre.

Valores formativos que la joven tradujo hace unos días en una campaña en favor de Milos, un niño polaco que sufre problemas cardíacos.

Según reportó la revista Women’s Health, «el joven está a la espera de una operación de corazón en Estados Unidos, pero al debido coste, sus padres están intentando recaudar dinero para hacerse cargo de los gastos de la intervención médica».

Y a ese esfuerzo se unió Andrejczyk, que gracias a su gesto ha movilizado a mucha gente de su país para tratar de aportar en la operación de Milos, tal como lo hiciera a inicios de este año el golfista chileno Joaquín Niemann, quien logró recaudar US$2,1 millones en su campaña de ayuda al hijo de su primo, Rafita Calderón, afectado de una atrofia muscular espinal.

Cabe destacar que la atleta polaca, según informaron los medios de su país, padeció de un tipo de cáncer de huesos en 2018, que la mantuvo alejada por varios meses de la competición y que gracias a tratamientos médicos le permitieron retomar la práctica de su actividad deportiva.