Un particular remate llevó a cabo la afamada casa de subastas inglesa Henry Aldridge & Son, donde la estrella fue una galleta que se sirvió a los pasajeros del Titanic, barco que se hundió tras impactar con un iceberg el 14 de abril de 1912.
Como detalla Milenio.com este artículo comestible se transformó -literalmente- en el bizcocho más caro del mundo, luego que se alcanzara un valor superior a los 15 millones de pesos chilenos.
Junto a la galletita, también se subastó una fotografía del iceberg que provocó la fatal avería que llevó a que la embarcación terminara en el fondo del océano, mientras que una taza especialmente diseñada para ser usada en el barco también logró un elevado precio.
Este último objeto tiene una particular historia, ya que fue un regalo que familiares sobrevivientes del naufragio hicieron el capitán del Carpathia, nave que rescató a los supervivientes.
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