Hoy el barrio de Providencia luce lúgubre, semiabandonado y con menos de diez locales de los casi 60 que había hace apenas tres años en el paseo General Holley y las calles Bucarest y Suecia (desde Andrés Bello a la gran avenida de la comuna).
Pero en lo que no se ve está el futuro. El municipio tiene seis proyectos inmobiliarios en estudio para el sector, tres de ellos preaprobados el último par de meses: se trata de edificios de entre 12 y 16 pisos para oficinas y algunos negocios, que se espera sean la “prolongación natural” de un barrio vecino: El Golf.
Con la reactivación económica y las facilidades dadas por la alcaldía a la llegada de este tipo de inversiones, en la municipalidad se estima que la nueva cara del barrio Suecia se alzará altiva para el 2012.
Pero la bohemia no se va a acabar; es parte del plan trazado por el municipio. Lo que se cortó de raíz y no se permitirá más son los locales tipo discotecas y cabaret, pero sí se fomentará la conformación de un boulevard nocturno abierto, con terrazas y mesas en el exterior. Más “europeo” como nos lo define el alcalde de la comuna Cristián Labbé.
“La gente ya va con una actitud distinta. No va el tipo que tiene antecedentes y hay más control sobre la ingesta excesiva de alcohol”, detalla el edil y agrega que “alguno puede pensar que se ahuyenta la clientela (con los 160 efectivos de la brigada policial) pero hay un punto de equilibrio que lo estamos viendo con los locatarios. No queremos que se produzca el efecto contrario, que es que la gente no se atreva a ir porque hay demasiados controles”.