SANTIAGO, agosto 16.- Damián (22), dice ser un tipo de los más entretenidos de la “chilean fauna”. No tiene auto pero asegura conocer todos los lugares claves de Santiago. Leo (28) dice que se lleva muy bien especialmente “con adultos mayores”. Fernanda (23), que la mueve compartir “momentos inolvidables”.
Rent-a-Friend, el sitio que le puso precio a la amistad, ya tiene más de 500 chilenos (de Arica a Punta Arenas; hasta un chilote) inscritos ofreciendo sus “servicios amistosos”, pese a que recién el 1 de septiembre esta web de EEUU se convertirá en global.
El promedio de edad de quienes se arriendan como amigos es de unos 26 años. De todos modos, hay algunos con 18 (la edad mínima) y otros hasta de más de 50, como Leo (57, Las Condes), que se califica como “confiable”.
Pero el sitio no está exento de críticas y al duro diagnóstico del sociólogo y académico de la Universidad Central, Carlos Livacic, se suma quien creó hace dos meses Rentafriend.cl, portal local exclusivamente orientado a la amistad por hora con fines turísticos.
“Hacemos una preaprobación antes de subir los perfiles. Que no tengan antecedentes penales y que la dirección donde viven sea efectiva”, nos dice Felipe López, cosa que el sitio anglo no hace, lo que “conlleva riesgos”.
“La infelicidad se instaló”
Carlos Livacic, sociólogo y académico de la Universidad Central, es muy crítico respecto del mal signo que significa la llegada de este tipo de sitios al país. “La llegada de este sitio responde a la creciente incapacidad de los chilenos de establecer vínculos. La modernidad trajo vidas más individuales, con vínculos más instrumentales y sin tiempo para consolidar relaciones más firmes y constantes”, remata.
“Me llama la atención cuando todo se convierte en una prestación de servicios. Cuando se está dispuesto a arrendar una vida social, es porque la infelicidad se instaló“, sentencia el sociólogo.