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En un encuentro que estuvo equilibrado entre ataques y propuestas, Keiko Fujimori destacó su trabajo político de los últimos cinco años, período en el que recorrió gran parte de Perú y fortaleció un partido político, lo que se ha reflejado en el logro de una mayoría absoluta en el Parlamento (73 de 130 parlamentarios).
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«Estoy preparada, estoy lista, sabemos lo que queremos hacer (…) Tengo la fuerza para trabajar por un país reconciliado?, dijo Fujimori al cerrar el debate, en donde, más que propuestas, contraatacó y se mostró con mejor manejo escénico y efectividad que Kuczynski, quien se mostró solvente en sus propuestas, sobre todo en lo que respecta a crecimiento económico, aunque con poca capacidad de reacción para responder los disparos de su adversaria.
Kuczynski, un exministro de Economía y exfuncionario del Banco Mundial destacó su conocimiento y experiencia, a sus 77 años. «Necesitamos un piloto experimentado para llevar a este avión que marcha por cielos turbulentos», dijo, y enrostró a su rival su participación como primera dama del gobierno de su padre, el expresidente Alberto Fujimori (1990-2000), condenado por crímenes de corrupción y lesa humanidad. Consideró que un gobierno de su rival sería «una amenaza para la democracia».
Se trata del último encuentro entre ambos antes de la elección. En la última semana, Keiko, del partido Fuerza Popular ha sumado apoyo y ha roto el empate técnico que mantenía con Kuczynski, de Peruanos por el Kambio (PPK, acrónimo de su nombre).
De acuerdo con un simulacro de votación de la firma Ipsos difundido el domingo, Fujimori, de 41 años, se perfila como la primera presidenta de Perú, al obtener 45,9% de las preferencias, en tanto PPK, economista y exfuncionario del Banco Mundial, logra 40,6%. De aquí en adelante queda prohibida la difusión de encuestas en Perú.
-PPK revive, pero no basta –
Tras un primer debate el 22 de mayo, en donde Fujimori fue más hábil y se mostró con muchas más ansias de triunfo que su rival, en esta ocasión PPK manejó mejor la contienda, según analistas. «Esta vez las cosas cambiaron. Ha sido PPK quien ha manejado mejor un equilibrio de propuestas con ataques, se ha defendido mejor (…) Ha centrado su ataque en la falta de transparencia de su rival, pero no le es suficiente aún para ganar», dijo a la AFP el director de la consultora Vox Populi, Luis Benavente.
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Fujimori apeló al recurso efectista, encasilló a su rival como el «candidato de los empresarios» -fue representante del directorio de varias empresas- y tuvo por momentos mejores salidas, cuando PPK le recordó por ejemplo que ella se ausentó 500 días del Congreso en su período parlamentario. Fujimori respondió que lo hizo ante el nacimiento de sus dos hijas y acusó a su contendiente de querer quitarle ese derecho.
PPK le enrostró a su rival que los hermanos de su padre estén prófugos de la justicia y recordó que recientes investigaciones hacen presumir que un gobierno de Fujimori convertiría a Perú en un «narcoestado».
A mediados de mayo, una denuncia periodística señaló que el entonces secretario general del fujimorismo, Joaquín Ramírez, era investigado por la oficina antidrogas de Estados Unidos (DEA) por lavado de dinero. La acusación fue hecha por un informante de la DEA, quien incluso dijo que Ramírez le confesó haber lavado 15 millones de dólares de Fujimori para su primera campaña en 2011.
El fujimorismo rechazó los cargos pero Ramírez renunció. El domingo pasado, un programa de Panamericana Televisión difundió una grabación telefónica donde supuestamente el informante de la DEA se desdice de la acusación. Sin embargo, la grabación fue adulterada. Una periodista del canal mostró el audio original en donde el acusador en verdad insistía en su denuncia.
Por motivos no clarificados, las grabaciones habían sido entregadas por el candidato a la vicepresidencia del fujimorismo, José Chlimper. El caso provocó el retiro del programa.
El tema fue aprovechado por sus opositores para recordar las prácticas de Vladimiro Montesinos, el siniestro asesor de Fujimori padre, quien entregó dinero a políticos y medios de comunicación a cambio de su apoyo, además de armar campañas de desinformación para desprestigiar a sus opositores.
A una semana de la elección, PPK ha capitalizado casi todo el antifujimorismo, que además se expresa con fuerza en las redes sociales y podría terminar sumando a su favor entre electores indecisos. Además ha recibido el apoyo de candidatos clave que quedaron fuera en la primera vuelta. En tanto, una gran marcha contra la elección de Keiko Fujimori se ha convocado para el 31 de mayo.
PUB/IAM