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Polémica ha causado la revelación de las pensiones millonarias que están recibiendo ex funcionarios de Gendarmería por parte de la Dirección de Previsión de Carabineros (Dipreca), luego que se conociera de manera pública que de las 135 pensiones tramitadas el año 2015, solo 12 corresponden a montos inferiores a $1.570.000 pesos, 78 superen los 2 millones de pesos mensuales y 9 superen los 3 millones de pesos cada mes.
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Entre estos últimos individuos, se encuentra Ema Myriam Olate Berríos, ex esposa del diputado Osvaldo Andrade -actual presidente de la Cámara Baja- quien renunció de manera voluntaria a su cargo de Subdirectora Técnica de Gendarmería el 1 de octubre de 2015, adjudicándose una pensión de más de 5 millones de pesos mensuales.
Esta información fue revelada, en el contexto en que hace menos de un mes, la Contraloría General de la República confirmó la ilegalidad de las pensiones de los funcionarios de Gendarmería –que exceden montos de 60 UF ($1.620.000 apróximadamente)- anunciando que se aplicaría el límite legal por la Escala única de Sueldos para el personal de la administración del Estado, pues en algunos casos las pensiones superaban los $6.000.000 mensuales.
Esto limitaría las pensiones a montos promedio de $1.100.000 para personal de Gendarmería, dejando de lado a las personas que se les fuera otorgada la pensión antes del dictamen. El promedio actual de pensiones de las AFP en Chile es de $210.000 aproxidamente.
Pero, ¿Qué es lo que pasa con los funcionarios de la institución que no trabajan en altos rangos y sus pensiones? ¿Cómo les afecta este dictamen en su futuro laboral?
El Sargento 2do Joe González Barraza, Presidente de la Asociación Nacional de Suboficiales y Gendarmes de Chile (Ansog) explica a Publimetro que claramente se ve “cómo se actuó desde un principio de ilegalidad en estas pensiones que han sido dadas a conocer de algunos directivos de la institución y ciertos oficiales”.
“De un tiempo a esta parte se acostumbraron a ejecutar nombramientos, repartir asignaciones, como la crítica por ejemplo, para ir aumentando sus jubilaciones lo que a nosotros como agrupación nos parece bastante irregular y poco ético. Y bueno, evidentemente esto dio una alerta en Contraloría porque no es posible tener ese nivel de pensiones en un país donde las AFP entregan al resto de los ciudadanos 250 mil pesos mensuales”, afirma.
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– ¿Qué les parece la decisión de Contraloría de aplicar un límite legal a las pensiones de Gendarmería?
Evidentemente el Contralor iba a revisar esta situación y se iba a percatar de algunas falencias en la Ley. Nosotros creemos que más allá de eso, hay un mal uso de la ley propiamente tal y que el contralor generó de manera clara un dictamen que parece sentencia. ¿Por qué? Afecta nuestro estamento de manera directa el cual es la planta de suboficiales de Gendarmería.
– ¿Por qué les afecta como una sentencia?
Porque nosotros somos los que estamos en la cárcel propiamente tal trabajando en directo con la población penal, prácticamente las 24 horas del día y casi los 30 días del mes. Por el abuso de estas personas que ni han pisado prácticamente una cárcel, nosotros somos directamente perjudicados. Somos los funcionarios que se prepararon, muchos estudiaron a pesar de la precariedad económica que muchos viven. Ellos se han dado el tiempo de pagar desde su bolsillo para sacar título profesional, subir de rango, profesionalizar la institución y ellos son los que más sufren el dictamen de la Contraloría General de la República.
– ¿Cuáles son las pensiones que reciben en su planta de Gendarmería?
No son las que bordean los 6 millones de pesos. Esos montos solo los reciben directivos y algunos oficiales con artimañas para repartise asignaciones cuandoe stán adportas de su jubilación. Se aumentan indiscriminadamente las pensiones.
El resto recibimos un monto que oscila entre el millón 500 y dos millones de pesos, al menos en nuestra planta.
– Pero, esos montos igual son altos….
Sí, pero lo que la gente no sabe es que esa es la principal motivación de muchos para seguir trabajando en esta institución. Hace poco estuvimos en paro, luchando por mejores sueldos, por mejores posibilidades de hacer carrera dentro de Gendarmería.
Que las pensiones hayan sido y sean lo que mantiene a la gente en el servicio, habla de la debilidad y fragilidad que tiene esta institución respecto a su personal. No hay proyección de carrera funcionaria, no tenemos las garantías de los oficiales, ni acomodamos nuestros sueldos. Son bajos y bajo un regimen estricto de trabajo.
– ¿Y qué deben hacer para optar a esas pensiones?
Nosotros tenemos que esperar cupos para las pensiones y por eso las personas estudian, para aumentar su renta y profesionalizar la institución. En nuestra planta tenemos la mayor cantidad de personas con título universitario, algunos incluso con postgrados, magíster, doctorados. Somos los que tenemos mayor preparación profesional, somos los que hacemos la pega, y a la vez, los más perjudicados.
Esta gente abusó de este sistema. El Contralor en vez de haber generado un dictamen general, debería haber rechazado todas las pensiones abultadas. Incluso, podría retroceder a 4 años atrás donde se genera la prescripción administrativa y en definitiva podrían haber corregido el tema, sin perjudicar de manera general a los funcionarios de Gendarmería.
– ¿Tener mejores pensiones es la motivación para seguir en Gendarmería?
Claro, porque si no hay ascenso, ni carrera, la esperanza de poder disfrutar al menos retirado te mantiene motivado de seguir en la institución. Eso era el motor universal dentro del servicio. Todos los países tienen sistemas de previsión y jubilación especiales para el sistema carcelario. Porque este trabajo no es igual al que realizan todos los ciudadanos, no es lo común.
Aunque no es bueno comparar, nosotros pasamos todos los días metidos en una cárcel, sin derecho a cumpleaños, ni navidad, ni año nuevo o fiestas patrias, entonces la explicacióne s que nosotros sufrimos en nuestra vida de funcionarios y eso solo se ve recompensado al abandonar la institución.
No creo que la señora Olate se haya perdido alguna vez una festividad como nosotros, quizás nisiquiera pisó la cárcel, pero se benefician de lo que nosotros sufrimos.
-¿Cuál es la sensación general entre ustedes?
Hay mucha rabia y enojo porque la mayoría se ve perjudicado. Se perjudica al que hace la pega, no a los que ven todo desde la alta esfera de la institución. Sin pisar la cárcel se llevan pensiones millonarias.
La gente está dolida, con poco ánimo de seguir en la institución. Varios estamos evaluando la continuidad, porque ya ¿Qué sentido tiene seguir bajo estas condiciones?