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El teléfono celular extraviado del gendarme que se suicidó en la cárcel de Quillota, se ha convertido en una de las piezas claves de la investigación del caso.
La pérdida fue ya reportada a la Fiscalía por Gendarmería, indicando que el dispositivo móvil habría desaparecido en medio del tráfago en que personal del penal de Quillota intentaba salvarle la vida al joven funcionario.
Desde la Asociación Nacional de Suboficiales y Gendarmes (Ansog) mostraron su preocupación ante el tema y pidieron que se investigue plenamente el hecho.
“Manejamos la misma información, respecto al extravío, robo o hurto, del teléfono del colega que tomó la drástica decisión que todos conocen. Nos parece bastante grave. Es un teléfono que debió haber tenido el resguardo necesario, atendida la gravedad de la situación”, sostuvo Joe González, el presidente de la Ansog.
También indicó que recuperar el teléfono celular del funcionario y periciarlo puede aportar datos significativos para esclarecer los hechos.
PUB/NL