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José Antonio Kast sobre libro de sexualidad adolescente: «Que Carolina Tohá lo lea con su hija»
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Publimetro conversó con la alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá, para consultarle respecto al proceso de desarrollo del libro y a la vez conocer su respuesta frente a las críticas que este texto ha recibido durante los últimos días.
Alcaldesa, dentro de las preguntas del libro que más polémica han generado están las que se refieren a sexo anal y relaciones sexuales no hetero. ¿Por qué cree que son estos aspectos los que generan incomodidad en ciertos sectores?
– Yo creo que todavía en la sociedad chilena hay personas que tienen una visión de la sexualidad un poco culposa y que también censuran las distintas maneras en que las personas viven y desarrollan su vida sexual. La verdad es que en Chile los jóvenes se hacen estas preguntas, quieren saber que pasa con la diversidad sexual, quieren saber qué es y de qué se trata esto del sexo anal. Cuando los jóvenes plantean esas preguntas y no les damos respuestas, las van a ir a buscar a otra parte. Hay muchos lugares donde las pueden encontrar, especialmente en internet y muchas de esas respuestas, en lugar de ser informativas, pueden ser respuestas que no los ayuden a armarse un criterio propio sobre estas materias.
Respecto a la utilidad de esta información. ¿Han tenido conversaciones con otros municipios para que también publiquen el libro?
– En estas horas, en que se armó esta polémica, ha empezado a haber un gran interés y todo el mundo quiere el libro. Pero éste se hizo en una edición muy limitada de solo 1.000 copias para las bibliotecas de los colegios y también las bibliotecas vecinales. Ahora estamos pensando en cómo generar más copias para poder distribuirlo más ampliamente. Desde ya, el libro tiene una versión digital abierta que cualquiera puede usar. Tenemos previsto pedirle a la feria del libro que nos permita presentarlo ahí y lo queremos postular para generar una publicación más amplia y poderle dar una mayor distribución como libro propiamente tal.
Respecto a aspectos técnicos del libro. No se mencionan fuentes bibliográficas. ¿Esto a que se debió?
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– Los contenidos de las respuestas están generados por un panel de expertos, no está sacado de ningún libro, sino que fue un conjunto de trece profesionales multidisciplinarios, entre medicos, matronas, expertos en derechos humanos, etc.; quienes respondieron. No lo copiaron de ningún texto. Lo único que le falta efectivamente, es la cita de la fuente respecto a algunos datos que dieron. Pero deben ser datos que ellos manejan cotidianamente y no citaron de donde viene el origen de la información.
En otra entrevista usted aclaró que, aunque en el libro no se precisa, sí se habría consultado a padres y apoderados. ¿Cómo fue ese proceso? ¿A qué porcentaje de apoderados de Santiago representaban?
– No, es que es más bien fue al revés. Esto surgió producto del proceso de claustros que se hizo el 2013, donde todos los estamentos de todos los colegios de Santiago (los 44 colegios), debatieron sobre qué educación publica querían. Uno de los temas más reiterados, en todos los colegios y en todos los estamentos, fue que se incorporara educación sexual. Ahí participaron los apoderados. Es importante aclarar algo, que al parecer no todo el mundo tiene presente: la legislación chilena dice que los adolescentes chilenos mayores de 14 años tienen derecho a la información sobre sexualidad. Es un derecho de cual ellos son titulares. No está mediado por la opinión de sus padres.
Respecto a el rol de los padres, la Ley 20.418, artículo primero, menciona que «este derecho comprende el de recibir libremente, de acuerdo a sus creencias o formación, orientaciones para la vida afectiva y sexual” y a continuación agrega que “sin perjuicio de lo anterior, los establecimientos educacionales reconocidos por el estado deberán incluir dentro del ciclo de Enseñanza Media un programa de educación sexual, el cual, según sus principios y valores incluya contenidos que propendan a una sexualidad responsable e informe de manera completa sobre los diversos métodos anticonceptivos existentes y autorizados, de acuerdo al proyecto educativo, convicciones y creencias que adopte e imparta cada establecimiento educacional en conjunto con los centros de padres y apoderados”. ¿Considera que el libro no pasa a llevar los principios y valores de algunos establecimientos? ¿O que le pueda generar ruido a ciertos sectores?
– Bueno, está generando ruido. Pero tengo plena seguridad que este libro se hace en el marco de un proyecto de educación pública, de establecimientos de la comuna de Santiago que son establecimientos laicos y plurales. Y por lo tanto su proyecto siempre es abrirse a que los jóvenes tengan las opciones y tomen decisiones conociendo distintos puntos de vista. Este libro no es ninguna indicación de lo que deben o no deben hacer , es la información que deben tener para tomar esa decisión ellos autónomamente. Eso es totalmente coherente con los proyectos de nuestros colegios, que son todos colegios laicos que apuntan al pluralismo.
¿Entonces el libro sería solo para colegios municipales laicos y no sería obligatorio?
– El libro estará en las bibliotecas. En paralelo nuestra comuna tiene un plan de educación sexual que está elegido dentro de los planes que el ministerio tiene acreditados. Ese plan corresponde mas o menos a esta lógica de una educación laica, abierta y pluralista.
Considerando las declaraciones del senador Ossandón, quien mencionada que esto podría incomodar a ciertas familias. ¿Cuál cree usted que es el rol de las familias en estos temas?
– Primero, las familias por cierto tienen un rol fundamental en la formación de sus hijos, en todos los ámbitos y también en la de la sexualidad. Pero eso no releva la responsabilidad que tiene el establecimiento educacional y no sustituye el derecho que tienen los jóvenes de ser informados. El joven tiene derecho a ser informado y no se le puede quitar ese derecho porque alguien en la familia tenga una opinión distinta.
Una de las preguntas polémicas del libro era la que mencionaba el uso del semen para el cutis. Independiente de su contenido. ¿Considera que era necesario adjuntar imagen de la mujer untándose la cara o hubiese bastando con sólo la información escrita?
– Ellos hacen la pregunta y ahí están las respuestas. Los jóvenes leen cosas. Aquí los temas no se tratan como cosas cochinas, si no que como cosas naturales de la vida humana. Por eso el lenguaje y los dibujos son tan explícitos y tan abiertos. Las gráficas del libro son dibujos que están hechos con una mano muy cariñosa, muy respetuosa y tratando de ser cercana. La lógica con que se hizo el libro apunta a un texto con el que los jóvenes se sientan cómodos.
Hoy día en nuestra sociedad los jóvenes están llenos de preguntas, y se atreven a hacer las preguntas, pero los adultos muchas veces no se atreven a responderlas o muchas veces no saben las respuestas. Algunos no saben como aproximarse a un joven para responder estas cosas.
Este libro no es solo para que un joven consulte, si no que para que también un adulto consulte y pueda tener un lenguaje afable con el cual hablar de este tema con sus hijos e hijas, porque creo que les hemos fallado mucho a los adolescentes en materia de educación sexual en Chile.
Como consecuencia de eso, tenemos problemas graves en la sociedad de abusos sexuales, de discriminación a las personas con orientación distinta, de embarazo adolescente, de enfermedades de transmisión sexual.
Ayer en entrevista con Publimetro, el diputado Juan Antonio Kast le dejó el mensaje de que «leyera este libro con su hija». Mensaje que ya había hecho público a través de su cuenta de Twitter. ¿Qué opina al respecto?
– Primero encuentro increíble que un diputado para hacer una polémica de política pública tenga que sacar a mis hijos al ruedo. No lo puedo entender. Pero el libro es un libro que esta hecho y creado para adolescentes desde los 14 años y de manera muy natural, apenas lo tuve en mis manos, se lo mostré a mi hijo que es mayor de catorce y le pregunté su opinión.
¿Cuál fue la opinión de su hijo?
– No tengo por qué andar contando la opinión de mi hijo, ya es suficiente pasado de la línea que un diputado saque a mis hijos al ruedo.
¿Cuál sería su mensaje para las familias que pueden acceder a este libro?
-A lo que hay que temerle es a la desinformación de los jóvenes y a no ser capaces como adultos de entregarles respuestas a sus preguntas. Son preguntas legítimas que todos nos hemos hecho, y que nos ha costado mucho encontrar a alguien que nos ayude a responderlas. Como sociedad tenemos que dar un paso adelante y permitir que los nuevos jóvenes de Chile tengan acceso a la información y puedan encontrar una forma natural de desarrollar su sexualidad sin miedo y siendo conscientes de sus derechos, deberes y el respeto a los demás.
Por curiosidad. ¿Cree que la sociedad chilena es cartucha?
– Sinceramente creo que estas voces que hemos escuchado son totalmente aisladas. En Santiago llevamos cuatro años trabajando con nuestro plan de educación sexual, y las comunidades han estado muy contentas. Hemos hecho ferias mostrando el programa y el público va masivamente. La gente aplaude que los jóvenes se atrevan a preguntar más y sean más conscientes sobre su sexualidad. Las personas que siguen viendo el sexo como algo oscuro, yo creo que no representan lo que es la mentalidad de los chilenos y chilenas mayoritariamente. En las últimas décadas Chile ha tenido un cambio y un avance del cielo a la tierra. Los jóvenes hoy día se atreven a preguntar cosas que los jóvenes de antes igual se preguntaban, pero no se atrevían a formular la pregunta.