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La dura crítica de Ossandón al libro «100 Preguntas sobre sexualidad adolescente»
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¿Cuál es la posición del Movilh respecto al libro que lanzó la I. Municipalidad de Santiago?
La iniciativa es indiscutiblemente un aporte para orientar a los adolescentes en las dudas o preguntas que a diario se formulan y que no tienen respuesta en sus familias, en sus amigos, o en la educación formal. Se trata de un texto que además considera las diversas formas de amar y de erotizarse, sin discriminación, usando para ello un lenguaje directo, sencillo y comprensible para los jóvenes.
¿Cuál considera que fue el mayor aporte del libro a la educación sexual de la comuna?
Con el libro se abrió nuevamente el debate que siempre generan este tipo de publicaciones: ¿Hasta dónde debemos hablar?, ¿Qué debemos decir o que se debe censurar al referirnos a la sexualidad? En este contexto, el mayor aporte es abrir el debate. Estos debates, empero, requieren de políticas más duraderas y a largo plazo, con el fin de que lleguemos a un momento donde entregar información sobre sexualidad sea algo natural y comprensible para todas y todos.
Ayer en entrevista con Publimetro, el diputado José Antonio Kast manifestó que «no le corresponde al Estado meterse en la cama de los chilenos ni forzar a los adolescentes a adelantar su sexualidad». ¿Qué opinan sobre esa afirmación?
El diputado Kast es justamente lo que critica, en tanto su postura autoritaria de la moral es la que ha llevado al Estado a meterse en la cama de los chilenos y chilenas. Él es uno de los que ha forzado, a través de las leyes, a que el Estado diga que debe o no hacerse en materia de sexualidad. El ejemplo más claro es su rechazo a la igualdad legal para las personas lesbianas, gays, bisexuales y transexuales y para parejas del mismo sexo. Tal ha sido la obsesión de Kast por meter al Estado en las camas, que se ha negado a históricamente a que la legislación considere a nuestras formas de amar como una realidad que merece igualdad legal. Por el contrario, los libros sólo dan un punto de vista más y el que quiere lo acepta o no. Nadie es obligado a leer, ni menos a practicar lo que los libros dicen. No pasa lo mismo con las leyes, que rigen a todas los chilenos y chilenas.
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Ayer también, el senador Ossandón declaró que “están tratando de meter alguna ideología o algo” y manifestó que el sexo anal no era sexo ¿Qué reacción generan estos dichos en el Movilh y que le dirían al senador al respecto?
Es una declaración que raya en lo absurdo, ridículo y patético. El senador Ossandón, y el sector que representa, es uno de los más férreos representantes y defensores de las ideologías de género que promueven el desprecio o desconocimiento sobre la diversidad sexual o familiar. En otras palabras, no somos los que luchamos por los derechos humanos quienes tenemos una ideología de género. A nosotros, sólo nos mueve la universalidad de los DDHH, que deben respetarse sea cual sea la ideología, creencia o religión de las personas. A Ossandón lo mueve esa ideología que dice autoritariamente, y con una ignorancia alarmante, qué es sexo, qué es género, y qué es bueno o malo en el plano de la sexualidad y el amor.
¿Qué opinión tienen respecto al rango etario del comité juvenil que trabajó en el texto? ¿Es lo suficientemente amplio? (de 15 a 19 años)
En términos etáreos es suficientemente amplio para los objetivos y contenidos del texto. Se trata de la edad del despertar y desarrollo sexual y donde se formulan las preguntas que el libro considera.
¿Qué opinan respecto a los comentarios de que debió existir un tercer comité compuesto por padres y apoderados?
Nuestro movimiento ha elaborado dos materiales educativos que alcanzaron alto impacto, «Educando en la diversidad, orientación sexual e identidad de género en las aulas», y «Nicolás tiene dos Papás», ambos contaron con el concurso de apoderados, madres y padres. Desconocemos las razones sobre porque, para el texto del municipio, no se sumó a estas voces. Para tener una opinión más certera, sería bueno conocer las razones antes.
A pesar de que ha generado polémica. ¿Qué es lo que rescatan de este debate público en torno al texto?
Cuando se habla de polémica respecto a este tipo de textos, uno se da cuenta que la mayoría del país está a favor de una educación abierta, sin censuras, como la propuesta por el libro municipal. Una minoría, generalmente relacionada a alguna religión, es la que rechaza y genera el escándalo. Lo positivo es justamente eso, que el libro responde a necesidades de una mayoría, y más aún, que aclara dudas para que los jóvenes lleven una educación libre, responsable, sana y desprejuiciada.
¿Cuál sería el mensaje del Movilh para aquellas personas u organizaciones que están en contra de este texto?
Nadie los va a obligar a leerlo. Nadie será obligado a leerlo. Dejen que el libro sea útil para quienes lo necesiten.