El espionaje fue una de las actividades más demandadas durante la Guerra Fría, en este enfrentamiento que tuvo lugar entre los bloques occidental-capitalista, liderado por Estados Unidos, y oriental-comunista, liderado por la Unión Soviética desde 1945 hasta la caída del comunismo entre 1989 (Caída del Muro de Berlín) y 1991 (golpe de estado en la URSS).
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Los artefactos o gadgets que diseñaron los servicios de inteligencia durante los últimos cien años, particularmente durante la Guerra Fría, son un poco más simples que los que aparecen en las películas, pero eso no les quita el ingenio que desprenden. Paraguas que disparan balines envenenados y monedas huecas para esconder códigos. Algunos de estos gadgets eran concebidos a la medida para cada operación , mientras que inventos que ni siquiera fueron creados con espías en mente se volvieron indispensables, son la prueba de qué tan ingeniosos podemos ser a la hora de resolver un problema.
Aquí destacamos algunos de los inventos, sólo para agentes secretos:
1. El «zapatófono»
Ideado por agentes sovieticos para escuchar conversaciones secretas durante la guerra fría. El transmisor, micrófono y las baterías se instalaban entre la suela y el tacón del zapato.
El personaje de la famosa serie, el Super Agente 86 , Maxwell Smart , hacía uso de este elemento y en 2013, una compañía de teléfonos móviles y un diseñador de zapatos crearon este dispositivo para usarlo en la vida real, pero a un precio que pocos podrían pagar, pues los zapatos están valorados en 2.900 euros.
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2. Labial-pistola
También conocido como “el beso de la muerte” y fabricado por la KGB durante el apogeo de la Guerra Fría en los cincuenta y sesenta. Parece un simple labial, inofensivo, pero en realidad es una pistola calibre 4,5 mm, que se activa presionando el labial contra el pecho o la frente de alguien
Este invento fue diseñado específicamente para misiones de asesinato, y su forma de labial hace evidente que la manera de acercarse al objetivo es seduciéndolo.
3. Anillo-pistola
Anillo pistola. Uno de los revólveres más pequeños en la historia, este artefacto no era tan efectivo; de hecho, los expertos aseguran que la explosión del diminuto calibre 5mm causaba más daño a la sensual asesina que al enemigo.
4. Paraguas lanzadardos
Este paragüas lanza-dardos es otro invento para los espías de la II Guerra Mundial. Fue usada por la KGB y otros servicios de inteligencia aliados entre los años setenta.
El único caso registrado es la historia de Georgi Markov, un autor búlgaro disidente, que había huido a Inglaterra y trabajaba como periodista para la BBC mientras ponía en ridículo al régimen búlgaro. En 1978, mientras Markov esperaba el bus para ir a trabajar, sintió lo que parecía un picotazo de abeja en su muslo. Cuando se dio la vuelta, solo vio a un sujeto recogiendo su sombrilla que se apresuró a irse en un taxi. Cuatro días después, Georgi Markov había muerto. Una autopsia reveló que tenía un balín con ricina (un poderoso veneno natural) del tamaño de la cabeza de un alfiler incrustado en el lugar en el que había sentido la picadura. Es un arma tan efectiva que quién sabe cuántas personas hayan caído ante ella.
5. Pluma y encendedor con cámara
Fueron usadas en los setenta por espías que trabajaban para la CIA. En el caso de la pluma era ideal cuando se estaba cerca de documentos confidenciales, solo hay que darle la vuelta y apuntar por el lado del lento oculto, pudiendo tomar un promedio de doce fotografías. Lo mismo pasa con el encendedor: pequeño y hasta funcional, pero en manos de un espía puede ser la herramienta perfecta para fotografiar documentos clasificados.