El presidente estadounidense, Donald Trump, está listo para dar los primeros pasos para cumplir su promesa de construir un muro en la frontera con México, que incluye la firma de una serie de decretos para restringir la migración.
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Desde la Casa Blanca informaron que Trump hará anuncios en una visita al Departamento de Seguridad Interior. Incluso, desde su Twitter personal, el magnate expresó que «Planeamos gran día para la SEGURIDAD NACIONAL. Entre muchas otras cosas, ¡construiremos el muro!».
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https://twitter.com/realDonaldTrump/status/824083821889015809
En la oportunidad, Trump también firmará decretos contra las ciudades «santuario», aquellas donde las autoridades locales rehúsan ayudar a detener a migrantes indocumentados para ser deportados. La cadena CNN informó que para esta jornada también se planea aumentar el número de agentes de aduanas y fronteras.
Eliminar la inmigración fue un elemento central de la campaña electoral de Trump, quien prometió construir un muro a lo largo de la frontera de 3.200 kilómetros entre Estados Unidos y México.
Algunos tramos de la frontera ya están cercados, pero Trump afirma que se necesita un muro en toda su extensión para detener el flujo de inmigrantes ilegales procedentes de América Latina.
Los expertos han expresado dudas de que un muro pueda acabar con la inmigración o si vale la pena gastar miles de millones de dólares en un muro cuando hay métodos más baratos para alcanzar similares resultados, como la vigilancia electrónica.
El Congreso, controlado por los republicanos, tendría que suministrar dinero nuevo para terminar el muro, a pesar de que el partido de Trump ha pasado décadas predicando la prudencia fiscal, además gran parte de los terrenos para construir el muro son de propiedad privada, lo que implica largos proceso legales, retrasos políticos y sustanciales pagos por expropiación.
Incluso el secretario de Seguridad Interior, John Kelly, declaró en su audiencia de confirmación en el Senado que el muro «podría no ser construido pronto».
Estas razones motivaron a Trump a exigirle a los mexicanos que sean ellos quienes paguen la construcción de la separación en la frontera.
Que México pague
En reiteradas ocasiones, Trump ha prometido hacer que «México pague» el muro, algo que el gobierno mexicano ha enfatizado que no hará.
Los asesores de Trump han estado evaluando incrementar las tarifas aduaneras o los costos del tránsito fronterizo como una vía para hacer que «México pague». Otra amenaza es financiar el muro gravando las remesas que los migrantes mexicanos envían a sus familias, que el año pasado ascendieron a unos 25.000 millones de dólares.
En este momento, el canciller mexicano, Luis Videgaray, y el ministro de Economía, Ildefonso Guajardo, se encuentran en Washington preparando la visita del presidente Enrique Peña Nieto, programada para el 31 de enero.
«Hay clarísimas líneas rojas que se tienen que pintar desde el principio», expresó Guajardo a la red Televisa antes de partir a Washington.
Consultado sobre si México abandonaría las conversaciones si el muro o las remesas están en la agenda, Guajardo respondió: «totalmente».
Trump también desea renegociar el Tratado de Libre Comercio en América del Norte (Nafta por sus siglas en inglés) con México y Canadá, advirtiendo la semana pasada que abandonaría el pacto a menos de que Estados Unidos obtenga «un acuerdo equitativo».
México ha dicho que está abierto a «modernizar» el tratado, en vigor desde 1994 y que representa un comercio anual de 531.000 millones de dólares entre México y Estado Unidos. Casi el 80% de las exportaciones mexicanas van al mercado estadounidense.