El presidente de EEUU, Donald Trump, se comprometió con su homólogo chino, Xi Jinping, a mantener la política de «una sola China» que adoptó el ex mandatario Jimmy Carter en 1979 tras romper sus relaciones diplomáticas con Taiwán, según informó la Casa Blanca.
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Trump y Xi mantuvieron una conversación telefónica en la que abordaron numerosos temas, entre ellos los comentarios que el presidente estadounidense hizo sobre la política de «una sola China» y sus amenazas de reconocer a Taipei tras ganar los comicios de noviembre.
«El presidente Trump se comprometió, a petición del presidente Xi, a respetar nuestra política de ‘una sola China‘», apuntó la Casa Blanca en su comunicado.
«Representantes de Estados Unidos y China entablarán conversaciones y negociaciones sobre diversas cuestiones de interés mutuo», añadió la Casa Blanca sin aportar más detalles.
«Una sola China»
La controversia acerca de la política de «una sola China» empezó cuando Trump habló con la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, tras ganar las elecciones en el contacto de más alto nivel entre Taipei y Washington en casi 40 años.
Más tarde Trump aseguró que no permitiría que el gigante asiático le dicte lo que debe hacer: «No sé por qué tenemos que estar ligados por una política de ‘una sola China‘ a no ser que lleguemos a un acuerdo con China que tenga que ver con otras cosas, incluido el comercio».
Durante su campaña y también como presidente, Trump ha culpado a China (además de México) del déficit comercial de Estados Unidos y de la pérdida de puestos de trabajo debido a las deslocalizaciones, una tendencia que ha prometido invertir con mano dura frente a Pekín.
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Pekín advirtió, entonces, que sin el principio de «una sola China» se acabaría la estabilidad en las relaciones bilaterales y, según publicaban medios estadounidenses, Xi se había negado a conversar con Trump hasta que este adoptase el compromiso que finalmente ha tomado, aunque sí se habían enviado dos cartas.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Geng Shuang, enfatizó entonces que «la cuestión de Taiwán es realmente un interés central para China«.
En la conversación, ambos líderes «también extendieron invitaciones para visitar sus respectivos países» y mostraron interés por «próximas conversaciones con resultados muy exitosos».