La prensa oficial de Corea del Norte atacó este jueves con dureza a Malasia por la investigación del asesinato en Kuala Lumpur del hermanastro de líder norcoreano y criticó los procedimientos, a los que califica de «ilegales y politizados».
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La agencia de prensa KCNA rompió el silencio impuesto tras el espectacular asesinato que costó la vida a Kim Jong Nam el 13 de febrero en el aeropuerto de la capital de Malasia, y acusó a este país de ser responsable de su muerte y de tener un complot junto a Corea del Sur.
«Malasia está obligada a entregar el cuerpo a la República Democrática Popular de Corea en lugar de haber practicado una autopsia y un examen forense de manera ilegal e inmoral», declaró el Comité de Juristas de Corea del Norte, citado por la agencia estatal KCNA.
Kim Jong-nam, de 45 años, fue atacado por dos mujeres que supuestamente le rociaron la cara con líquido cuando se disponía a embarcar para Macao. Falleció poco después mientras era trasladado al hospital.
Según Corea del Sur, el asesinato fue planificado por el régimen comunista del Norte.
En tanto, Malasia se negó a entregar el cuerpo «bajo el absurdo pretexto» de que necesita una muestra de ADN de un familiar del finado, escribe KCNA en un largo despacho en el que no se menciona una sola vez el nombre de Kim Jong Nam, quien estaba exiliado y era un crítico del régimen de su hermanastro Kim Jong Un.
«Eso demuestra que del lado malasio se va a politizar la transferencia del cuerpo, en total desprecio por la legalidad y la moral, para alcanzar un siniestro cometido», agrega la agencia oficial.
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«El principal responsable de esta muerte es el gobierno de Malasia ya que el ciudadano de la República Popular falleció en su territorio» prosigue KCNA, que tilda la tesis del envenenamiento como «rumores insensatos».
La investigación de la muerte del mayor de los Kim
Tres sospechosos están en detención preventiva: las dos mujeres, una vietnamita y una indonesia, y un norcoreano. La policía malasia, tiene asimismo, sospechas sobre cuatro norcoreanos que huyeron de Malasia el mismo día del crimen para viajar a Pyongyang. También quiere interrogar a otros tres norcoreanos, entre ellos un diplomático en Kuala Lumpur.
Pero el jefe de la policía, Khalid Abu Bakar, reconoció que el segundo secretario de la embajada norcoreana en Kuala Lumpur, Hyon Kwang Song, no podrá ser interrogado a menos que lo haga de forma voluntaria.
«Respetamos las reglas de inmunidad. No podemos penetrar en el interior de la embajada» declaró Khalid, luego que calificara la investigación que se lleva en su país como objetiva y equilibrada.
Además, el ministro surcoreano de Exteriores Yun Byung-Se, exhortó a la comunidad internacional a «tomar medidas» contra el Norte, si se confirma la hipótesis de un ataque encargado por Pyongyang.
«La comunidad internacional lo vería como un acto de terrorismo de Estado que afecta a la soberanía de Malasia» declaró Yun, según la agencia de prensa surcoreana Yonhap, tras un encuentro con su homólogo británico Boris Johnson.