Hace un par de días el descubrimiento de una estatua gigante en el distrito de Mattarya, en las afueras de El Cairo, impresionaron al mundo de la arqueología, ante la posibilidad de dar con una pieza de más de 3 mil años de antigüedad, que representara a Ramses II.
Sin embargo, pese a la emoción inicial del equipo de arqueólogos, tras los análisis de rigor detectaron que la pieza en realidad representaba al faraón Psamtek I, quien comandó Egipto entre 664 y 610 antes de Cristo. El anuncio fue realizado por el ministro de Antigüedades de Egipto, Khaled El-Anani.
La monumental pieza de piedra fue descubierta por casualidad en un suburbio al este de El Cairo y fue calificada como “uno de los mayores descubrimientos” del siglo.
Según la información oficial, lo que llevó a la equivocación de los investigadores fue que el hallazgo fue hecho en las cercanías del antiguo templo de Ramses II en la ciudad de Heliopolis.
