Un estudio realizado por la organización de conservación WWF Chile entregó un amplio análisis sobre la situación de la pesca ilícita en nuestro país, la que se da tanto a escala artesanal como a escala industrial. La sobreexplotación, fuera de norma, está poniendo en riesgo a ciertas especies.
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Según las cifras recolectadas por la WWF, la «Pesca Ilegal, No declarada y No regulada» (Pesca-INN) de merluza común o chilena, podría llegar a niveles entre las 33 mil y 40 mil toneladas anuales. Esto equivale a decir que la Pesca-INN superaría entre 1,76 y 2 veces la cuota total anual asignada para el recurso merluza común a nivel nacional, considerando los valores al 2014.
Especies en peligro
La gravedad de la situación, es que una explotación del recurso no regulada pone en riesgo a la especie. Según el último reporte de la Subsecretaría de Pesca, 9 especies marítimas se encuentran agotadas y 6 sobreexplotadas, entre las que se encuentran la merluza común, la de cola y la merluza de tres aletas.
“La pesca ilegal es un asunto grave y de creciente preocupación, dado que erosiona los esfuerzos para conservar y manejar los stocks pesqueros de una manera responsable”, explica Valesca Montes, coordinadora de Pesquerías de WWF Chile.“Así, puede llevar tanto a la pérdida de beneficios socioeconómicos en el corto y largo plazo, como a impactos negativos en la seguridad alimentaria y la protección del medioambiente marino. La Pesca-INN puede empujar incluso al colapso de las pesquerías o afectar seriamente la recuperación de las que actualmente están sobreexplotadas”, agrega la experta.
«La pesca ilegal puede llevar al colapso de las pesquerías», señalaron desde la WWF Chile.
¿Por qué se produce la pesca ilegal?
Entre las condiciones que incentivan esta práctica se cuenta el deteriorado estado de la biomasa del recurso, lo que provoca que se fijen cuotas de extracción más bajas para su protección. Sin duda esto golpea directamente a los pescadores, traduciéndose en pérdida de ingresos.
A raíz de esto, la autoridad implementa nuevos controles, sin embargo, parece no ser suficiente para que más pescadores realicen éstas prácticas ilegales, en búsqueda de para mantener sus ingresos económicos. Desde el sector más industrializado, inciden aspectos como la sobrecapacidad de la flota pesquera y la existencia de demanda o mercado para el recurso ilegal, lo que deja entrever una «insuficiente capacidad de fiscalización», según detalla el informe de la WWF.
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Sectores más afectados
El informe señala que en el caso de la pesca ilegal artesanal, la mayor incidencia se registra en las regiones del Maule y el Biobío, en donde el escenario más crítico arroja que el desembarque ilícito superaría en 5,62 y 7,21 veces, respectivamente, al desembarque declarado. En promedio, a nivel nacional, la pesca ilegal de merluza común en artesanales superaría entre 3,8 a 4,5 veces la cuota legal. Con respecto a la flota industrial también se constata la existencia de pesca ilegal, la cual es traspasada a embarcaciones menores.
La mayor incidencia de esta situación se produce en las regiones del Maule y Biobío.
Estos resultados presentan un panorama preocupante para la sustentabilidad y recuperación de la pesquería, que en 2015 se encontraba en estado de colapso y actualmente ha sido categorizada como sobreexplotada.
A raíz de estos resultados, desde la WWF Chile proponen un «Plan Nacional fortalecido», que considere la particularidad de las regiones que abarca esta pesquería y que cuente con el financiamiento para la implementación de programas orientados a, por una parte, la concientización de la población y los pescadores respecto a los efectos nocivos de estas prácticas y la necesidad de consumir productos provenientes de una pesquería sustentable.
«Por otro lado, se debe considerar la mejora de los sistemas de fiscalización y la implementación de sistemas de trazabilidad obligatorios y que dé prioridad a la aplicación efectiva de las normas y sanciones que combatan la Pesca-INN», señalaron desde la organización.
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