En nuestro país hay más de 370.000 chilenos con alguna discapacidad intelectual. De ellos, un alto porcentaje logra llevar una vida cercana a la normalidad. Avances en la educación y una nueva ley de inclusión laboral han permitido que esto sea posible. Sin embargo, esto también dependerá del grado de discapacidad intelectual que se posea.
PUBLICIDAD
En los casos de discapacidad severa existe la imposibilidad de estudiar, dependencia casi total, y por ende, altos grados e faltas de oportunidades y lamentable abandono. Ante la falta de organismos estatales, instituciones como Pequeño Cottolengo buscan ser el apoyo que estas personas necesitan.
Cabe señalar que según el último «Estudio Nacional de Discapacidad» el 55,4% de las personas con alguna discapacidad son de clase media, el 39,5% de clase baja y el 5,1% de clase alta. En materia de salud pública, no existen altos presupuestos ni planificaciones en materia de salud mental. «No hay una legislación propia sobre salud mental y el presupuesto que se invierte en esta materia está muy por debajo del promedio de la OCDE», acusó hace unos meses a Publimetro Francisco Flores, psicólogo y director de la ONG Mente Sana.
Grados de discapacidad intelectual
Se considera discapacidad intelectual leve o ligera a aquella que poseen las personas con un coeficiente intelectual que se sitúa entre 50 y 70, correspondiendo a dos desviaciones típicas por debajo de la media poblacional. La mayor parte de personas con discapacidad intelectual (aproximadamente un 85%) se encuentran en este nivel.
Se pueden observar algunos problemas en la memoria, las funciones ejecutivas y el pensamiento abstracto. Sus habilidades comunicativas y sociales pueden ser buenas. Se trata de personas autónomas en su mayoría. En el caso del grado moderado las dificultades son mayores. A nivel educativo suelen poder beneficiarse de formación laboral concreta, generalmente de cara a realizar trabajos poco cualificados y con supervisión. Pueden tener autonomía en el autocuidado y desplazamiento.
Los casos de discapacidad severa
Los problemas para las personas con este nivel de discapacidad severa son generalmente de gran importancia, precisando de ayudas y supervisión continuada. Muchas de ellas presentan daños a nivel neurológico.
A nivel conceptual las habilidades de las personas que padecen este grado de discapacidad intelectual son reducidas. Comunicacionalmente el lenguaje es posible pero está limitado, centrándose en el presente y siendo frecuente que emplean holofrases o palabras sueltas. Comprenden comunicación gestual y oral sencilla, siendo la relación con seres queridos fuente de alegría.
PUBLICIDAD
En los casos aún más extremos, hay personas que necesitan ser cuidados de manera constante por su condición de deficiencia intelectual. Estos casos por lo general tienen muy pocas opciones a menos que gocen de un muy elevado nivel de ayuda y supervisión. Por lo general su tasa de supervivencia es baja.
Un lugar para ellos en Chile
Una de las instituciones que apoya a aquellas personas que tienen grandes dificultades de este tipo y otras discapacidades graves, así como grandes problemas neurológicos, es el Pequeño Cottolengo. Es un hogar que acoge a niños, niñas, jóvenes y adultos con discapacidad intelectual severa y/o profunda que han sido abandonadas por sus familias y que requieren de un acompañamiento integral para poder vivir.
Pertenece a la “Congregación Pequeña Obra de la Divina Providencia” y tiene presencia en 30 países en los 5 continentes. Está presente en Chile desde 1940, pero abrió su primer centro de acogida en 1970. Actualmente, la fundación mantiene 3 centros (Santiago, Rancagua y Quinteros), en los que 550 personas son atendidos por cerca de 480 funcionarios en tareas de educación, rehabilitación y salud, además de un acompañamiento de sacerdotes y religiosas, quienes buscan aportarles una mejor calidad de vida.
Mensualmente se requiere de $1.1 millones para cuidar de cada uno de los 550 residentesPerfil de los residentes que viven en las casas del Pequeño Cottolengo
La mayoría de las personas que son atendidas llegan al Pequeño Cottolengo cuando son niños, y permanecen en él toda su vida. Hoy, el 90% de los internos son adultos y el 10% son niñas y niños. La mayoría de ellos están abandonados total y/o parcialmente, y sólo un tercio tiene una familia sanguínea presente.
Mensualmente se requiere de $1.1 millones para cuidar de cada uno de los 550 residentes que viven en las casas del Pequeño Cottolengo. El 60% del presupuesto anual (7 mil 300 millones de pesos aprox.) se financia gracias a los aportes de diversos benefactores. El restante 40% del presupuesto se financia con aportes del Estado a través del Sename y de los ministerios de Salud y Educación.
Además de los recursos económicos, la fundación requiere el apoyo de doctores especialistas y de medicamentos neurológicos y psiquiátricos, como también más infraestructura adecuada para poder brindar un mejor cuidado a los residentes.
Evento a beneficencia «Parque Feliz»
Parque Feliz es un evento familiar a beneficencia, organizado por Amigos de Cottolengo, que tiene como objetivo recaudar recursos que permitan financiar las múltiples necesidades de esta gran obra social. Actividades como Parque Feliz son muy importantes para seguir apoyando a personas que en muchos aspectos pasan desapercibidos por la sociedad.
¿Cómo participar?
El evento este año se realizará los días 10, 11 y 12 de noviembre en el Parque Bicentenario de Vitacura. Serán 3 días en los que el parque se vestirá de felicidad, con variados juegos mecánicos, shows de primer nivel y actividades recreativas, además de food trucks, exposición de autos de lujo, bazar, zona de pic nic y muchas sorpresas más. Es una muy buena alternativa para pasar el día con la familia y amigos.
Horarios:
- Viernes 10 17:00 – 21:00 hrs. / Show de Stefan Kramer 20:30 hrs. de ese mismo día.
- Sábado 11 11:00 – 21:00 hrs. / Show Mazapan 12:00 hrs. – Show 31 Minutos 20:30 hrs.
- Domingo 12 11:00 – 21:00 hrs. / Show Cantando Aprendo Hablar 12:30 hrs.
La venta de entradas es a través de Puntoticket. No pagan los niños menores de 3 años y los precios van desde los 4.250 pesos a los 12.000 pesos dependiendo del día y/o descuentos disponibles.