Para el presidente de Bolivia, Evo Morales , este viernes tiene de dulce y agraz. Mientras por un lado concluye una exitosa gira por Europa con una reunión con el Papa Francisco en el Vaticano, por el otro, en el país altiplánico la jornada está marcada por marchas en distintas ciudades contra su polémica reelección.
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Con el Papa pero sin regalos
El Papa Francisco recibió en el Vaticano al presidente Evo Morales, en la quinta reunión entre el líder indígena latinoamericano y el pontífice. Sin embargo, y a diferencia de las anteriores, esta reunión estuvo lejos de la polémica y los típicos regalos del mandatario boliviano
La quinta reunión entre ambos comenzó de manera cordial, inclusive Morales comentó al Papa que le veía «rejuvenecido» a lo que Francisco respondió: «Todos me dicen lo mismo».
Como es tradicional, Francisco saludó uno a uno a los miembros de la delegación, en la que se encontraba el Agente de la Causa Marítima ante el Tribunal de la Haya, Eduardo Rodríguez Veltz y el asesor de la Dirección Estratégica de Reivindicación Marítima (DIREMAR), Emerson Calderón, entre otras autoridades.
En esta ocasión no hubo intercambios de regalos como ocurrió en anteriores audiencias cuando Morales obsequió al Papa con algunos libros de fotografías sobre el proyecto boliviano de salida al mar o, en la última de abril de 2016, algunos volúmenes sobre los efectos beneficiosos del consumo de la hoja de coca.
El presidente en funciones del país andino, Álvaro García Linera, subrayó en rueda de prensa que Morales hablaría específicamente con el pontífice argentino de la petición a Chile para contar con una salida al mar y la demanda ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sobre este tema.
Escuchar al hermano Papa es siempre importante. Tenemos una enorme coincidencia en el pensamiento y el sentimiento sobre la humanidad», Evo Morales
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En una rueda de prensa anterior a la reunión con Francisco en un hotel de la capital italiana, Morales evitó contestar sobre si hablaría de la demanda marítima al asegurar que la «agenda estaba abierta» y que él sabía «cuáles eran los temas importantes».
«Escuchar al hermano Papa es siempre importante. Tenemos una enorme coincidencia en el pensamiento y el sentimiento sobre la humanidad. Para mí es una alegría esta reunión y es solamente para que le pueda expresar nuevas ideas e iniciativas», respondió Morales.
Este también explicó que no viene a «quejarse» de algunos obispos del país en un momento de tensas relaciones entre el Gobierno y la Iglesia católica.
Rechazo en las calles de Bolivia
La decisión de Evo Morales de volver a postular en las elecciones de 2019 en busca de un cuarto mandato consecutivo dominó este año la agenda política de Bolivia y este viernes se toma las calles en protesta a la decisión del Tribunal Constitucional (TCP) que limpió el camino para las aspiraciones del presidente.
La movilización que se prevé más multitudinaria será en el departamento de Santa Cruz de la Sierra, donde el Comité Cívico Pro Santa Cruz (oficina administrativa de la ciudad de Santa Cruz), plataformas ciudadanas, gremiales, indígenas y transportistas convocaron una «gran marcha» de unos 4 kilómetros a las 18:00 horas que llama a «defender la democracia», según medios locales.
El descontento también se hará sentir en Tarija en una marcha convocada a las 15:00 horas por el Comité Cívico de Tarija también parte de la región de Santa Cruz de la Sierra.
En la capital, la Asamblea de la Paceñidad llamó a tomarse las calles del centro de la ciudad en una marcha convocada a las 17:00 horas que llegará a la Plaza Mayor en San Francisco para exigir que se respete el resultado del referéndum del 21 de febrero de 2016, que rechazó la reelección de Morales.
La región de Cochabamba también se movilizará, pero no esta jornada. La marcha está convocada para el martes a una hora aún por definir.
La Constitución de Bolivia sólo permite dos mandatos consecutivos pero el TC autorizó a Morales a presentarse en 2014 a un tercer periodo al fallar que su primer mandato (2006-2009) no cuenta porque el país se refundó con la Carta Magna de 2009.
Esta decisión ocasionó el pasado 29 de noviembre una ola de protestas en La Paz y Santa Cruz, las que concluyeron con enfrentamientos y destrozos.
