Dos años han pasado desde que la Ley de Etiquetado se instaló en los supermercados y almacenes del país con sus característicos sellos negros. A pesar de que su impacto en la población no es cuantificable aún, expertos en materia de salud califican de manera positiva la primera etapa la política pública. Este miércoles comienzan a regir nuevas normativas que endurecerán las restricciones a los alimentos altos en nutrientes críticos, según estimaciones del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Chile (Inta), habrá un aumento del 10% de comestible con etiquetas negras.
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A partir del día 27 los sellos se renovarán. Desde ahora, los productos sólidos cada 100 gramos, deberán tener el sello a las 300 calorías, 500 mg de sodio, 15 gramos de azúcar y 5 de grasa. Hasta ahora, los límites de los sellos eran 350 caloría, 800 mg de sodio, 22,5 gramos de azúcar y 6 gramos de grasa.
Marcela Reyes, doctora en nutrición y alimentos y académica del Inta, asegura que en su mayoría los consumidores se han adaptado de forma positiva al etiquetado. “La gente está valorando la iniciativa. Según distintas encuestas en más de un 50% las personas aseguran que analizan los sellos de un productos antes de comprar”.
La académica explica que la normativa entrará en vigencia de manera absoluta el próximo año, pero en su implementación gradual, ahora veremos en práctica la segunda etapa. “Se pone más restrictivo en todos los alimentos, pero especialmente en aquellos altos en grasas o azúcares porque son los límites que más se mueven”.
¿100 gramos o por porción para la Ley de Etiquetado?
Daniela Godoy, jefa de la División de Políticas Públicas Saludables y Promoción del Ministerio de Salud, asegura que la nueva normativa que entrará en vigencia va en el camino que a trazado el Gobierno para disminuir la obesidad. “Es necesario de que exista una coordinación entre entidades para combatir esta enfermedad, es por esto que más allá de los sellos reimpulsamos el plan Elige Vivir Sano y se trabaja en campañas de información a la población”.
Durante este mes entró en vigencia la normativa que prohibe la publicidad de alimentos “altos” durante el horario diurno ni en televisión ni en el cine, un eje más de las políticas públicas que buscan combatir las enfermedades por mala alimentación. A esta norma, se suma la prohibición de vender en colegios los productos con sellos. Sin embargo, una de las polémicas que ha surgido desde la implementación es la forma en que se mide los nutrientes críticos. La medición de 100 gramos y no por porción genera discusión en torno a los sellos.
El doctor Nicolás Velasco, académicos el Departamento de Nutrición de la UC, asegura que “no se come por porciones y no por gramos o ml, si a una bebida se le baja el azúcar y queda dentro de las medidas igual estoy consumiendo el total de la botella por lo que estaría consumiendo más azúcar”. El académico considera que es un tema a “investigar para decidir la mejor opción”.
