Fue una polémica de aquellas en materia económica. Fue en enero pasado cuando el entonces economista jefe del Banco Mundial (BM), Paul Romer, afirmó en una entrevista que el ranking de competitividad Doing Business había sido manipulado para que Chile apareciera más abajo, con el sentido de perjudicar al gobierno de Michelle Bachelet.
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Y pese a que días después se desdijo de sus dichos y fuera desacreditado en público por el propio organismo, esta entidad igualmente encargó un informe externo para corroborar esta situación.
Mediante una declaración, el BM expresó que “damos la bienvenida a los exhaustivos y detallados hallazgos de la revisión externa de Doing Business, y nos complace ver que esta revisión encontró infundados y sin sustento los alegatos previos sobre la integridad del informe y el equipo de Doing Business”.
Con este reporte, el organismo calificó que las acusaciones de Romer, de que los cambios metodológicos que eventualmente hubieren perjudicado el desempeño de nuestro país en este listado durante el anterior gobierno, «carecen completamente de evidencia» y que, al contrario, «reflejan un esfuerzo genuino del Banco Mundial para mejorar los indicadores».
La entidad sostuvo que igualmente “estamos considerando seriamente las recomendaciones de los revisores y tomaremos medidas para implementar mejoras según sea necesario”.
Pese a lo anterior, el BM recalcó que este polémico informe “sigue siendo una herramienta única e invaluable para los países que buscan mejorar su clima de negocios, y creemos que en el futuro será un informe aún más sólido y necesario”.