Hasta las oficinas del Consejo de Defensa del Estado (CDE) de Puerto Montt llegó el subsecretario del Medio Ambiente, Felipe Riesco, para presentar una denuncia. Ésta tiene como fin iniciar una investigación y, posteriormente, ejercer una demanda por daño ambiental en contra de la empresa Marine Harvest por la fuga de salmones ocurrido en el centro Punta Redonda.
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Los salmones en cuestión, podrían tratarse de «salmones zombie». Esta categoría a los salmones chilenos de las empresas dedicadas a su explotación fue dada a conocer por Greenpeace. La nomenclatura se desarrolló en un informe del «Foro para la Conservación del Mar Patagónico».
¿Cuáles son las características de estos «salmones zombie»?
Una alta presencia de antibióticos, antiparasitarios y otras sustancias químicas, que superan los porcentajes de otros países que practican la salmonicultura.
Así mismo, y como consecuencia, los salmones tienen cambios en su comportamiento, que podrían dar paso a fugas y también ataque a otras especies una vez que salen de sus jaulas.
¿Estamos entonces ante un caso de «salmones zombie»?
Según Estefanía González, coordinadora de Océanos de Greenpeace, si. «Estos salmones los mantienen en condiciones mínimas y con alta carga de antibióticos y químicos», señala la especialista.
Sobre la fuga, agrega que los daños medioambientales son altísimos porque los salmones de cautiverio al estar en malas condiciones y escapar «son salmones agresivos que atacan a otras especies».
Medidas desde el MMA en este caso
Sobre las medidas que tomará el Ministerio de Medio Ambiente (MMA), el subsecretario de la cartera, Felipe Riesco considera «que la situación ocurrida en la zona es grave y genera un impacto significativo en el Medio Ambiente».
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«Es por eso que vinimos al Consejo de Defensa del Estado y presentamos esta denuncia para que se puedan investigar los hechos. Buscamos que se repare el daño ambiental», añadió la autoridad.
La acción presentada por el subsecretario tiene como objetivo conseguir la reparación íntegra del medio ambiente dañado producto de la fuga de los salmones. Según establece la legislación, es el CDE el organismo designado para interponer una acción por daño ambiental.
La fuga ocurrió la madrugada del 5 de julio desde el centro de cultivo Punta Redonda, ubicado en isla Huar, comuna de Calbuco, perteneciente a la empresa Marine Harvest. Se estima que los peces escapados oscilan estre los 500 mil y 800 mil ejemplares.
Otras medidas más duras
Según Greenpeace, la medida no sería suficiente. «Lo primer sería quitarles la concesión y el permiso medioambiental. Pero por lo que sabemos, se amplió el plazo para recapitular, produciendo daño ambiental», señala la coordinadora de océanos de la organización.
«Nosotros le hacemos un llamado al Presidente Sebastián Piñera a frenar la salmonicultura. Hubo una crisis en 2016, luego lo de las mareas rojas, ahora este escape», agregó.
Sobre otros casos alrededor del mundo, la especialista señala que «en Estados Unidos, puntualmente en el estado de Washington, hubo una fuga de 200.000 salmones.
Considerando el daño medioambiental que significó, no hubo renovación de permisos, por lo que solo podrían funcionar hasta el 2025 y luego, se le pondrá fin». La representante de Greenpeace añade que se deberían tener en cuenta este tipo de casos y evitar la expansión de esta industria y las graves consecuencias para el medio ambiente.