Economía

Cuestionan las medidas anunciadas contra filtraciones de datos de tarjetas de crédito

La última “víctima” fue Banco Estado, que la madrugada de ayer tuvo que bloquear las tarjetas de coordenadas de 80 mil de sus clientes. Se trató de un nuevo episodio de los hackeos y filtraciones al sistema financiero local, el que también tuvo un episodio en que hackers aseguraban que habían borrado las deudas de Dicom de 500 personas, lo que finalmente resultó ser falso.

Ante esta nueva “oleada” de ataques, la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (Sbif) salió al paso, exigiendo nuevas medidas. El superintendente Mario Farrén indicó que «vamos a requerir a los bancos aceleren planes para la modernización de la tecnología con la que se opera las tarjetas de crédito».

En ese sentido, planteó la necesidad de establecer una tercera clave e insistió en otro mecanismo que ya se está implementando que es acelerar la implementación de chips en los plásticos.

Publicidad

Sin embargo, especialistas cuestionan que estos requerimientos sean la solución a este conflicto de inseguridad. «El chip en las tarjetas solo sirven para disminuir las probabilidades de clonación física, pero estas tarjetas fueron robadas digitalmente”, advierte Uri Martinich, CEO de agencia Roi, empresa de asesoría digital.

Respecto de la nueva clave o “tokenización”, añade que disminuye la probabilidad de que utilicen las tarjetas de créditos que se roban, pero advierte que “los comercios internacionales no tienen integrado esta modalidad de tarjeta de crédito, depende más del proveedor”

Cuando se produjo la anterior filtración de julio, Publimetro se refirió a la tecnología blockchain (la de las criptomonedas) como una tecnología que se podría utilizar para hacer más seguras las transacciones.

“Las tarjetas de crédito como medio de pago es que son inherentemente inseguras”, afirma Chávez

Pablo Chávez, country manager Chile Buda.com, operadora de criptomonedas en Chile, es tajante en señalar que “las tarjetas de crédito como medio de pago es que son inherentemente inseguras”. Afirma además que estos plásticos “no han evolucionado mucho desde la década del 50”, por lo que “no son un medio de pago hecho para Internet y no hay forma de cambiar eso”.

En ese sentido critica la idea de sumar más clave como mecanismo seguro, porque “nadie quiere demorar cinco minutos cada vez que paga algo. No es una solución aceptable en el siglo XXI”, enfatiza.

Qué hacer entonces

Si la coincidencia de los expertos es que la tarjeta es un elemento obsoleto en sí ¿qué es lo que se puede hacer entonces? “Lo que los bancos necesitan es empezar a trabajar con expertos en seguridad”, sostiene Martinich.

Además critica aspectos tan básicos como que las claves “tienen cuatro números para ingresar a la cuenta, sin letra sin símbolo sin nada (…) tienen tarjetas físicas como tercera clave, en la que se requiere solo una foto y a veces viene copiada”, por ello dice que a los bancos es “difícil creerles que no tienen responsabilidad” cuando señalan que las filtraciones no emanaron de sus sistemas.

En tanto, Chávez plantea como las tecnologías de las criptomonedas podría ser un solución viable, porque “bitcoin combina la criptografía de llave pública con una contabilidad distribuida en blockchain para generar traspasos de valor entre dos personas”.

Publicidad

En simple, explica que por ejemplo, que nuestro dinero puede estar resguardado bajo llave y que existen sólo tres, “yo me quedo con dos y le paso al banco la tercera”, estableciéndose que para hacer un pago o transacción se exija utilizar dos llaves.

Fácilmente el banco podría ser mi contraparte para procesar estos pagos -yo pongo una llave, el banco pone la otra-, y si algún día quiero retirar todos mis fondos soy libre de hacerlo, si utilizo mis dos llaves (…) A esquemas como este debemos evolucionar en un futuro próximo”, sentencia.

Síguenos en Google News:Google News

Contenido Patrocinado

Lo Último