La joven sueca que consiguió en julio de 2018 frenar desde un avión la deportación de un inmigrante afgano deberá pagar unos 286 euros (286.336 pesos chilenos) por incumplir la normativa de la aviación, según un dictamen emitido por un tribunal de Gotemburgo (al oeste de Suecia).
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Desde el interior de un avión en el aeropuerto de Gotemburgo, Elin Ersson, denunció que a bordo también viajaba un afgano que iba a ser deportado, por lo que ella se negó a tomar asiento. Un simbólico gesto seguido por otros pasajeros.
La chica de 21 años transmitió en vivo,y a través de Facebook, su protesta.
Estas acciones posteriormente desencadenaron una disputa que se resolvió con el desembarco tanto de Ersson como del migrante afgano, que despegó una hora y media después del horario previsto.
Todo esto ha derivado en un proceso judicial contra la joven, para la que la Fiscalía reclamaba una pena de dos semanas de cárcel. Sin embargo, el tribunal ha considerado suficiente la multa.
Ersson ha reconocido que embarcó creyendo que un joven afgano cuya solicitud de asilo había sido rechazada y que iba a ser deportado iba en el avión.
Al descubrir que en realidad se trataba de otra persona, también de Afganistán pero en la misma situación, decidió seguir adelante con la protesta.
No obstante el abogado de Ersson, Tomas Frida, ha informado que recurrirán el fallo; alegando que su cliente actuó por razones morales y que Afganistán no es lugar seguro para los retornos.