La principal recomendación para observar el eclipse es usar lentes especiales, que cuenten con la certificación ISO correspondiente. Se ha reiterado el mensaje de que los lentes de sol comunes no sirven para observar el eclipse solar. También es peligroso mirar el sol a través de una cámara de video o fotográfica, teléfono inteligente, binocular, telescopio o cualquier otro dispositivo óptico, sin que tenga un filtro solar certificado para este uso. Los filtros hechos en casa, como por ejemplo un vidrio ahumado, no sirven para mirar el sol. Tampoco una placa de radiografía, ya que ninguno de estos elementos protegerá tus ojos del daño de la luz ultravioleta e infrarroja.
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Pero esta nota es para los porfiados. Aquellas personas que, pese a todas la advertencias, miraron el eclipse sin protección. ¿Qué hacer en estos casos? ¿A qué están expuestos tus ojos? Aclaramos estas dudas con Vanessa Vetterlein, coordinadora de la mención de oftalmología y optometría en tecnología médica de la Universidad Mayor.
Lo primero que aclara la especialista es que «los síntomas en la mayoría de los casos no se perciben en el momento y no son tan evidentes». Si hay daño de algún tipo, «los síntomas podrían comenzar a notarse después de un día o hasta una semana», añadió.
Daño más grave
La oftalmóloga de la Universidad De Santiago (Usach) María Isabel Ferraz, explicó a Publimetro que el daño más grave es una «lesión en la retina involucrando la mácula». La mácula «es una mancha amarilla localizada en la retina, especializada en la visión fina de los detalles, nos sirve entre otras cosas para poder leer y distinguir las caras de las personas», agregó.
Con una exposición al eclipse, podría generarse una «mancha oscura en la visión central». Lamentablemente, la especialista señala que este tipo de daño «no tiene tratamiento después».
Daño intermedio
Cualquiera de estas lesiones se genera por segundos o minutos de exposición. Por eso la recomendación es no mirar el sol directo. Sin embargo, no todas las personas quedarán necesariamente con daño retinal, hay lesiones intermedias también como una quemadura de cornea.
En estos casos, dependiendo del nivel, se puede generar «ojos rojos y ardor». La especialista señaló que «lo ideal en estos casos es usar gotas lubricantes y consultar al médico».
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Daño menor
Ardor y malestar en los ojos, pero sin daños a la visión también pueden generarse. Éstos son daños menores que pasarán en un par de días.
Generalmente el tratamiento incluye el uso de gotas de hidratación y disminuir la exposición a la luz. Sin embargo, «en caso de dudas o si los malestares se mantienen por más de un par de días, lo ideal es ir al oftalmólogo», explicó la profesional de la Usach.
Cabe señalar que, en estos casos se deberá evaluar si hay otra alteración y determinar tratamiento con antibióticos según corresponda. Ante cualquier duda o malestar post eclipse, consulte con un especialista.