Los medios británicos están esperando expectantes los próximos pasos de la Corona británica luego que se filtraran rumores de que la reina Isabel II está preparando su plan de jubilación.
Y es que la monarca tendría planeado retirarse de sus deberes públicos en dos años más cuando cumpla 95 años, misma edad en que su esposo, el príncipe Felipe, dejó la vida pública.
Sin embargo, fiel a sus creencias, la reina no pretende dejar la corona hasta el día de su muerte, ya que planea que el príncipe Carlos asuma como «príncipe regente» para controlar los asuntos reales diarios mientras ella continúa siendo la monarca.
Según la ley real la reina no puede retirarse sin una abdicación, a lo que ella se rehusa, pero sí puede deterner sus deberes y responsabilidades reales si su salud es tema de preocupación.
De acuerdo con medios británicos, el actuar de Carlos en la crisis que produjo el príncipe Andrew con la BBC sobre las acusaciones que han surgido de su amistad con el empresario estadounidense Jeffrey Epstein, investigado por abuso y tráfico sexual, fue fundamental.
Según fuentes de palacio a medios británicos, el heredero habría sido enfático en señalar que «Andrew tiene que irse … es el único camino» en las conversaciones con la soberana, lo que motivó su decisión.
De hecho Carlos se habría reunido ayer con el príncipe Felipe en Sandringham para comentar la desastrosa salida de la vida pública del príncipe Andrew y el papel clave que tuvo Carlos en la salida de su hermano.
«El escándalo que rodea a Andrew y Epstein le dio a Charles la oportunidad de intervenir para demostrar que puede dirigir», señaló una fuente de la realeza a The Sun.
La reina ya había estado reduciendo sus compromisos públicos pasando de 322 en 2016 a tan solo 283 en 2018, mientras Carlos realizó 507 ese mismo año, según Daily Mail.