La tarde de este sábado, tras la reunión interministerial que encabezó el Presidente Piñera, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, informó que Chile entra en fase tres por coronavirus.
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Esto, explicó, porque respecto de uno de los casos positivos, «no tenemos suficiente seguridad de que pueda ser trazable a un caso en el extranjero». O sea, se desconoce cómo se contagió.
«Sabíamos que esto podía venir, estamos preparados y esto significa una situación más delicada desde el punto de vista epidemiológico», detalló el secretario de Estado.
Considerando aquello, Mañalich anunció medidas adicionales a las comunicadas la noche de ayer por el Presidente, como la construcción de un hospital de campaña que permitirá habilitar 1.000 nuevas camas. Estas se sumarán a las 1.700 que permitía entregar el adelantamiento de la apertura de cinco nuevos recintos.
Asimismo, las autoridades de Salud explicaron que se ampliará la restricción establecida para pasajeros que provenían de Italia y España. Ahora también deberán quedar en cuarentena inmediata quienes vengan de Irán, China, Francia y Alemania.
Quienes ingresen al país provenientes de un territorio donde la enfermedad no está controlada, deberán someterse a un control médico y se les entregará un pasaporte sanitario. Dicho pasaporte, en el caso que la persona represente «un mínimo riesgo para la población», no será otorgado y se negará el acceso al pasajero.
Tras la cita realizada en La Moneda, el ministro también anunció que hay dos cruceros en aguas nacionales que se encuentran en cuarentena, uno en Castro y otro en Chacabuco, con 231 y 1.064 personas a bordo, respectivamente. En ambas embarcaciones se detectó la presencia de un pasajero contagiado.
Uno corresponde a un hombre de 83 años de nacionalidad británica, que se encuentra en buenas condiciones de salud, internado en el hospital de Coyhaique.
