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Rafael Harvey: “Si así lo resuelve el ministro Desbordes, tendrán que reintegrarme al Ejército”

El escenario cambió para el excapitán, quien se reunió la semana pasada con el nuevo ministro de Defensa y espera decisiones. Hoy, además, declarará ante la PDI en calidad de “denunciante” del “Milicogate”. Y acusa: “El Ejecutivo se hizo cómplice de la corrupción”.

Más de un año y medio después  de haber declarado en el 2º Juzgado Militar de Santiago, en la arista “Agencia de Turismo” de la investigación por corrupción en el Ejército, el capitán Rafael Harvey -hoy en retiro- fue citado nuevamente, confirmando su calidad de “denunciante”. La convocatoria es a las 9.00 de la mañana de hoy en dependencias de la Brigada Investigadora Anticorrupción de la PDI, a sólo días de haber expuesto sobre las irregularidades ante el ministro de Defensa, Mario Desbordes.

La arista “Agencia de Turismo” del “Milicogate” investiga un modus operandi en el alto mando del Ejército: solicitar cotizaciones para viajes oficiales por el precio más alto posible, y luego generar devoluciones o usar el dinero en viajes personales.

Harvey ya no tiene nada que perder: lo dieron de baja el 22 de mayo y quien la firmó fue el entonces ministro Alberto Espina, a quien se le informó que la medida era “válida” pues Harvey no aparecía como denunciante.

Por eso, el capitán reitera su convicción de que el ministro Espina no es más que un “cómplice y encubridor. Después de 32 solicitudes de audiencia rechazadas, me recibió en agosto del año pasado, porque salió en la prensa información de espionajes ilegales”.

– Desde 2015 que denuncia corrupción en el Ejército y la respuesta fue darlo de baja ¿Qué sensación le queda?

Es una sensación de desamparo, de no querer seguir con nada. Acá fallaron todos los poderes del Estado. El Ejecutivo no sólo falló, sino que se hizo cómplice de la corrupción en el Ejército. Cuando note que el ministro Espina no me recibía, a pesar de que dejaba en claro que quería aportar antecedentes sobre delitos e irregularidades graves, pedí audiencia al Presidente. Tengo registro de las 53 solicitudes que hice ante el Presidente Sebastián Piñera. Y sólo me respondían que ‘habían tomado conocimiento de la presentación’. O sea, habían tomado conocimiento de la corrupción.

-El año pasado causaron revuelo «escuchas» de parte de la institución, tanto a periodistas como a denunciantes ¿Eso lo sabía el ministro Espina?

No sólo hubo escuchas telefónicas, hubo revisión de correos y seguimientos. Y ahí derechamente el ministro incurrió en falta de servicio. El 4 de marzo le comunico que quería entregar antecedentes y documentos que daban cuenta de esas acciones, donde actuaba el comandante en jefe en coordinación con la Dirección de Inteligencia. No le interesó hasta que supo que iba a salir en la prensa.

Le llevé antecedentes en la audiencia del 12 de agosto. Le entregue una declaración de un sargento de la escolta del comandante, que decía que le habían ordenado seguirme. También entregué copia de las transcripciones de las llamadas interceptadas, lo números de teléfono del cual me contactaron para informarme, en febrero de 2019, sobre esto. Pero él no hizo nada. No encontró nada mejor que pasar todo lo que yo le entregué -menos la solicitud de audiencia de marzo- al fiscal militar, al subordinado del mismo denunciado.

– ¿Se actúa en complicidad con la autoridades del Ejército?

El ministro Espina es cómplice activo de la corrupción del comandante en jefe actual. Sin dudas. Y esto lo digo porque hay antecedentes de tal potencia en las 32 audiencias que yo le solicité, que si estuviéramos en Perú, por ejemplo, ya estaría formalizado. Y si estuviéramos en EEUU, estaría preso por ser cómplice y encubridor de corrupción. Tengo la certeza de eso, así que yo le pido que por favor presente alguna acción en mi contra, para poder aportar los antecedentes. Les aseguro que va a salir condenado.

– ¿Considera que el encuentro con el ministro Mario Desbordes tendrá algún efecto?

Vamos a saber eso cuando haya resultados. La verdad es que las múltiples autoridades políticas con que me he reunido en estos cinco años, a veces son empáticas, conversan, pero no responden nada y dicen ‘tengo que referirme después’. Esperemos que esta sea la excepción, porque las demás han sido una decepción. Acá debe primar la buena fe y él me dice que había antecedentes que no conocía.

– ¿Hay algún plazo para que el ministro decida?

Por lo que conversamos yo creo que dos semanas. En ese tiempo el ministro ya va a tener una respuesta y espero que cuente con los antecedentes que no tenía.  Yo no le fui a pedir un favor, le fui a pedir que haga justicia. Tiene dos opciones, igual como cuando el Gobierno emplaza a la oposición, de qué lado están. Tendrá que decir si está del lado de la corrupción o del lado de los denunciantes y la probidad.

– ¿Cree que pueden haber presiones?

No sé si presión, pero un hecho que es innegable que el ministro Espina estaba en conocimiento de todo, al igual que el Presidente. Vamos a ver si el ministro Desbordes actúa de otra forma, pero si no deja sin efecto el retiro, por su puesto que lo voy a meter en el mismo saco.

-¿Por qué insiste en volver?

Con el único que tengo problemas es con el comandante en jefe, con nadie más. Si así lo resuelve el ministro Desbordes, tendrán que reintegrarme al Ejército. No veo la imposibilidad de hacerlo. A Martínez le queda lo mismo que al Gobierno.

-¿Cree que le general Martínez tiene algo contra usted?

Yo lo denuncié por hechos de corrupción. El comandante en jefe, por su parte, entre más de 900 oficiales que pudieron haber filtrado un audio de una reunión de noviembre pasado, donde se le escuchaban una serie de barbaridades, al único que culpó y denunció ante la justicia militar, fue a mí. Hubo una investigación que terminó hace un mes atrás. 400 fojas de investigación, me quitaron el celular, lo periciaron en la PDI, oficiaron a Google para registrarme los correos. No encontraron nada, pero el general Martínez se dio el gusto de ir a mentir a la Cámara de Diputados.

JUSTICIA EN INSTANCIAS INTERNACIONALES

“Han fallado todos, no hay una ley que proteja a los denunciantes de corrupción”

Para Rafael Harvey, otras instancias fiscalizadoras o que deberían velar por la probidad, como la Contraloría, la Cámara de Diputados y el Consejo de Defensa del Estado, también han demostrado múltiples falencias. “Han fallado todos, no hay una ley que proteja a los denunciantes de corrupción”.

Considerando aquello, el también abogado evalúa ir más allá, y al igual como lo hizo un militar ecuatoriano, podría llegar a la Corte Interamericana de Derechos Humanos. En 2001José Alfredo Mejía Idrovo recurrió a instancia y, 10 años más tarde, el Ecuador debió “reparar el mal causado”. No sólo volvió a funciones, sino que lo indemnizaron.

-Si la rectificación que se pidió al ministro no prospera ¿Qué acciones está evaluando?

Yo no sólo quiero limpiar mi nombre, quiero que se revoquen los actos, aunque se demoren 8 o 10 años. Porque así, a lo menos, se hará justicia. No tengo dudas de que si mi caso llega a la CIDH, el Estado saldrá condenado por no proteger a los denunciantes de corrupción. No sé en qué  voy a estar en 10 años más, pero la sentencia iría en la línea de restituirme en el cargo en el rango que me corresponda e indemnizarme. Y el Gobierno del Presidente Piñera será recordado por una condena internacional por hechos de corrupción.

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