Comenzó el año escolar 2021 y durante la mañana del mismo día, el Colegio de Profesores presentó una llamativa cifra: asistió solo un 5% de la matricula nacional. El cálculo se pudo obtener gracias a una coordinación nacional, según explica su propio presidente. La asistencia sin duda sería un tema clave para medir qué nivel de confianza tenían las comunidades en las medidas para decidir si enviar o no a sus hijos al colegio.
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O también, sirve para medir si hay complejidades respecto a la realidad de los hogares nacionales, que impidan enviar a los niños. Como por ejemplo, la falta de cuidadores para el horario post escolar.
Actualmente, desde el Colegio de Profesores se encuentran recopilando otras cifras que darán prontamente a conocer. ¿El fin? Poder fiscalizar que este regreso a clases sea realmente seguro para toda la comunidad escolar. Conversamos con su presidente, Carlos Díaz.
¿Cómo obtuvieron la cifra del 5% de asistencia?
Gracias a nuestra coordinación nacional. Primero, revisando los establecimientos que abrieron sus puertas y, luego, revisando la asistencia de los alumnos. En la mañana, tras tener la asistencia, fuimos recopilando escuela por escuela.
Y del universo total de estudiantes que debieron haber estado, que son 4 millones, en la práctica llegamos a la conclusión de que no más de 200.000 llegaron en todo el país y eso equivale al 5%.
¿Qué opina sobre la cifra del Mineduc, de un 30% de colegios abiertos?
El Gobierno se queda en la cifra grande, dijeron que 3.300 escuelas iban a abrir, ahora en la tarde eran 2.400, pero ¿cuántos llegan? Eso quisimos medir.
Para ellos, llegan 10 niños y ya se abrió una escuela. Y en la escuela hay 500 estudiantes de matricula. No es una cifra que refleje lo que ocurrió en este primer día.
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¿Funcionó el sistema telemático?
Nos han llegado muchas denuncias, incluso levantamos un formulario y sigue llegando información. Pronto entregaremos esos datos.
Hay establecimientos que partieron presencial y en lo telemático están en modo de “ahí verán cómo se las arreglan”. Hay muchas formas de presionar la presencialidad de forma solapada. Al no permitirle al niño acceder online, obviamente solo le va quedando la opción de asistir presencialmente.