Desde hace semanas que Convergencia Social venía trabajando una de sus mayores apuestas del último tiempo: proclamar como candidato presidencial a uno de los suyos. Es que no es una decisión cualquiera, menos cuando se trata de uno de los líderes fuertes del Frente Amplio y de quien asumió el rol de diputado con la promesa de romper con la política tradicional. Por eso, tras intensas conversaciones internas, Gabriel Boric (35) fue presentado oficialmente como la «ficha» con la que apuestan a realizar cambios transformadores.
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Y tras el anuncio, su primera declaración, como era de esperarse, la hizo desde la región donde creció y a la cual representa en el Congreso, Magallanes. Desde ahí, fue enfático en sostener que es parte de la «generación que despertó». «Da lo mismo la edad que tengamos o dónde estábamos antes, el punto es que ahora vamos a construir esta historia juntos, y para nosotros el proceso constituyente es tremendamente relevante«, apuntó.
Sin embargo, aunque este egresado de derecho de la Universidad de Chile se posiciona entre quienes «despertaron» y han celebrado el «estallido social», no sólo ha recibido aplausos por su rol. Gabriel Boric ha sido duramente cuestionado por parte de la sociedad movilizada. Las mismas personas que junto a él decidieron oponerse a la continuidad de los abusos, le reprocharon ciertas conductas. Como el haber sido uno de los 127 diputados que visaron en general el proyecto que en 2019 terminó modificando el Código Penal para tipificar como delito la alteración de la paz pública a través de la ejecución de actos de violencia, conocida como ley antisaqueos.
Si bien a la hora de votar en particular el parlamentario rechazó la iniciativa impulsada por el Gobierno, el voto que entregó en primera instancia, y que fue uno de los que permitió que se legislara sobre la materia, cuando las movilizaciones seguían de manera potente, hicieron que muchos se sintieran «defraudados». No por nada él y otros representantes del bloque frenteamplista, como Giorgio Jackson (RD), se deshicieron en explicaciones al notar el descontento de la ciudadanía ante la medida.
Junto con esto, Boric es enjuiciado por el rol que jugó en medio del «Acuerdo por la Paz Social y Nueva Constitución». Porque si bien ese pacto, suscrito la noche del 15 de noviembre de 2019, fue el que dio paso al proceso constituyente ya en marcha, es el mismo que lo tuvo «negociando» con representantes de los partidos que, de acuerdo con parte de la sociedad, no creen en cambios profundos al modelo. Además, firmó sin el apoyo de su partido. Pues a pesar de que en Convergencia Social no estaban totalmente de acuerdo, él decidió firmar por cuenta propia, ganando nuevos reclamos en la interna.
De hecho, luego de que Boric estampara su rúbrica en dicho documento, Convergencia Social vio una renuncia masiva de sus militantes. Entre ellos, otro de sus «cartas fuertes»: Jorge Sharp.
En ese entonces, el actual alcalde de Valparaíso aseveraba estar profundamente en desacuerdo con dicha determinación, lo que le llevo a suscribir una declaración, junto otros 72 militantes renunciados, en que sostenían: «El Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución es contrario en esencia a las demandas que las diferentes y diversas manifestaciones han enunciado en las calles. Su construcción se realizó por un conjunto de directivas partidarias y parlamentarios que no representan la voluntad mayoritaria de la movilización, excluyendo, en definitiva a ese Chile que despertó».
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Semanas después, además, Boric debió enfrentar en vivo y en directo las consecuencias de su decisión. El 20 de diciembre mientras estaba sentado en una banca del Parque Forestal, fue «funado» por manifestantes que estaban en los alrededores. «Vendiste al pueblo», se escuchaba que le gritaban, según los registros que se viralizaron rápidamente en redes sociales.
Boric «representa el cambio»
Pese a esos cuestionamientos, que en Convergencia Social reconocen y asumen, pues no están «exentos de las críticas» de la sociedad, confían en que esta proposición que le hacen al país «es una alternativa de un gobierno transformador que pretende terminar con los últimos 30 años donde se perpetuó un modelo de abuso».
Así lo compartió con Publimetro la presidenta Alondra Arellano, indicando que la candidatura de Gabriel «ofrece a la ciudadanía un camino que busca la dignidad de todas y todos».
Pero son conscientes de que la crisis política los alcanza y también asegura que sintieron el «remezón». «Entendemos el descontento de la ciudadanía con los representantes y las instituciones políticas en general, porque también el Frente Amplio surge de esas ganas de cambiar, pero creemos que Gabriel no es más de lo mismo y las propuestas que hemos estado trabajando para transformar el modelo van en la línea de que la dignidad se haga costumbre«, dijo.
«Gabriel Boric siempre ha estado defendiendo las demandas de la ciudadanía, de los trabajadores y obviamente hay un crítica, pero lo que hoy queremos es entregar una apuesta transformadora», agregó.
En cuanto a los cuestionamientos desde el mismo sector, Arellano afirma que hay una autocrítica interna y reconocen que hay cosas que se pudieron hacer mejor. Sobre el acuerdo por la paz, por ejemplo, indicó que «valoramos la valentía que ha tenido desde que inició su trayectoria política y creemos que eso es lo que quiere la población: valentía. Impulsar los cambios y responsabilidad para conducirlos».
«Hoy hablar del proceso constituyente no es lo mismo que la noche del 15 de noviembre. Gracias a representantes como Gabriel Boric ese proceso de abrió y hoy estamos hablando de la primera convención constitucional paritaria del mundo, que va a incluir a pueblos originarios e independientes. Hoy, la posibilidad de poder cambiar la Constitución de Pinochet, es un orgullo y eso lo demostró el amplio porcentaje de quienes votaron por el apruebo», enfatizó.
La propuesta
De acuerdo con la reflexión que ha hecho el partido, el eje de la propuesta de gobierno apunta, en primera instancia, a enfrentar la crisis económica que viven miles de familias.
«Creemos que hoy más que nunca tiene sentido proponerle al país un modelo diferente al neoliberal, con una perspectiva de aumentar la democracia, de una democracia paritaria, feminista, que ponga los derechos de la ciudadanía en el centro», sostuvo Arellano.
Junto con eso, el modelo que darán forma propone un Estado «cuidador», donde se recojan las dificultades que viven las personas.