La reina Isabel II tomó una decisión clave de protocolo para el funeral del príncipe Felipe, la cual podría haber causado un nuevo quiebre público entre la familia real y Harry.
Este sábado el duque de Edimburgo recibirá sepultura en la capilla de St. George en el castillo de Windsor, en un funeral que acudirán solamente 30 personas debido a las restricciones por la pandemia de coronavirus.
Uno de los asistentes será Harry, quien viajó de Estados Unidos sin Meghan Markle, quien se encuentra embarazada.
El problema de protocolo que complicaba a Harry
Según informa el Daily Mail, la reina Isabel II tenía que tomar una decisión con respecto al protocolo de vestimenta para el funeral. En ese sentido, la tradición dicta que los miembros de la familia real asistan con vestimenta militar a la ceremonia.
Sin embargo, este hecho perjudicaba a Harry, quien perdió sus títulos militares honoríficos tras renunciar a sus deberes reales y marcharse a Estados Unidos.
Ante esto, la reina decidió romper la vieja tradición y decidió que nadie de la familia real vestirá trajes militares, por lo que todos irán de civil.
De esta manera, el tabloide afirma que Isabel II busca no perjudicar a su nieto y dar una imagen de unión familiar en el funeral.
Cabe mencionar que una ley que data de 1984 estipula que solamente la reina es la encargada de resolver este tipo de dilemas de protocolo.
