Este martes la bancada de la Unión Demócrata Independiente (UDI) pidió un minuto de silencio por el fallecimiento del exsenador Jovino Novoa, lo cual generó una verdadera polémica en la Cámara de Diputados.
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Si bien parte de los parlamentarios de oposición se quedaron en la sala, un incómodo momento protagonizó la diputada Camila Rojas (Comunes), quien se retiró de la hemiciclo al momento del minuto de silencio.
Minutos más tarde, la diputada explicó su actitud: «Colaborador de la dictadura, Caso Spiniak y Penta. En la sala de la Cámara la UDI pide minuto de silencio a Novoa y la mesa acepta, me paro y me voy, con ese prontuario y esa impunidad ni a la esquina», sostuvo Rojas.
Por su parte, el parlamentario PPD Tucapel Jiménez, hijo del dirigente sindical que fue muerto durante la dictadura, enrostró el respaldo de Novoa al régimen de Pinochet e incluso una posible implicación en el asesinato del líder de la ANEF, en febrero de 1982.
«El caso de Jovino Novoa es uno de muchos que se van sin asumir responsabilidad política alguna. Él fue Secretario General de Gobierno en 1982, cuando en Chile se cometían muchos asesinatos, uno de ellos fue el del ex-Presidente Eduardo Frei Montalva, pero principalmente el asesinato de mi padre», manifestó Jiménez, agregando que en ese entonces, Novoa formó una brigada laboral con dirigentes afines a la dictadura, quienes «espiaban, amedrentaban y amenazaban a los dirigentes opositores».
«Ellos vigilaban todas las labores de mi padre. Justamente, en el mes de febrero, hubo una reunión entre Novoa y los gremios, además de la brigada laboral que componían Álvaro Corbalán, Carlos Santander, quienes fueron terribles agentes y asesinos de la CNI, por lo que Novoa para mí es un siniestro personaje que se va sin haber asumido ninguna responsabilidad», sentenció Jiménez.