Una madre adolescente de 19 años fue acusada en Georgia, Estados Unidos, de asesinato en segundo grado y abuso infantil luego de la muerte de su hijo de diez meses, a quien habría ahogado luego de quedarse dormida con él en la tina del baño.
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Según informes de la policía del estado de Coweta, Anslie Brantley, la madre del menor, habría «consumido drogas antes de meterse a la bañera con su bebé en brazos y al despertar, se encontró con que su hijo no daba señales de vida y comenzó a gritar».
Los hechos, en relato de testigos, sucedieron luego que Brantley regresara a casa después de haber salido de compras con su hijo, y al permanecer por tanto tiempo sin dar señales en el interior de la vivienda, ellos se alertaron y trataron de contactarla. Cosa que no fue posible, ya que se encontraron con que la mujer estaba encerrada en el baño.
Los motivos del asesinato
Fueron los gritos de Anslie los que finalmente alertaron a uno de los residentes, quien asustado llamó a emergencias, los que llegaron al lugar para trasladar al menor hasta el hospital Piedmoent Newman, donde se reportó la muerte del niño. A la residencia también llegaron agentes de la policía, quienes fueron los primeros en hallar al bebé inconsciente.
Las investigaciones, en relato de people.com, permitieron a los agentes ratificar que la joven se había drogado antes de entrar a la tina con su hijo y por ello es que la detuvieron como autora del crimen.
Además se constató que en el lugar había una considerable cantidad de anfetaminas, por lo que también se detuvo a la abuela del niño, Kelli Gordon, por posesión de narcóticos, la cual aún permanece en la cárcel y cuyos otros cinco hijos fueron entregados en custodia al departamento de asistencia social para menores.
